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El rol del psicólogo en la educación

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Vivimos en un mundo complejo donde la globalización, modernización, adelantos tecnológicos… nos indican que estamos afrontando una época de cambios donde el ser humano deberá enfrentar estos acontecimientos con actitudes, comportamientos, prácticas nuevas que respondan a esta realidad.

 

El comportamiento humano se ha visto modificado por esta serie de factores, la calidad de vida, la convivencia humana, la libertad, creencias se han ido moldeando de acuerdo a los requerimientos sociales. La situación que predomina en nuestros tiempos es de incertidumbre, preocupación, angustia, por alcanzar buenos niveles de vida en un mundo donde predomina el tener antes que el ser.

 

El psicólogo actualmente debe trabajar en la familia ya que ella es la célula básica para el desarrollo social, emocional, afectivo, económico y axiológico, la cual lastimosamente ha sido fuertemente impactada por múltiples razones: compromiso, valores éticos, economía, tecnología, comunicación, etc.

 

Los padres actualmente se ven en la necesidad de trabajar en jornadas completas, algunos hijos mayores en algunos casos estudian, trabajan en horarios diferentes. Otros padres de familia han emigrado para proveer del bienestar económico a su familia, lo que ha generado se vean afectados los niveles de afectividad.

 

La formación psicosocial entre escuela y familia está afectada debido a múltiples factores: ocupaciones de los padres, jornada única de estudio, migración… La educación ha tenido que enfrentar los retos de la sociedad actual, las nuevas generaciones poseen una mayor cantidad de información: televisión, Internet, equipos de audio y video, juegos electrónicos, etc. ¿Cómo se desarrolla la afectividad bajo estas circunstancias? La afectividad sólo puede darse a través de las relaciones interpersonales directas entre los actores educativos y que favorece el desarrollo del conocer, hacer, emprender, compartir, ser y trascender.

 

Los centros educativos en todos sus niveles tienen que enfrentar y resolver situaciones que son el producto de las características y necesidades particulares de los grupos sociales en su proceso de desarrollo socio – histórico y cultural, en donde interactúan los estudiantes   con una diversidad de criterios, expectativas y valores propios de cada uno.

 

La educación requiere de profesionales competentes para atender no sólo a los estudiantes que provienen de hogares organizados, con equilibrio afectivo y emocional, sino también a aquellos alumnos carentes de afecto, apáticos, agresivos, egoístas, etc.

 

El abandono, los divorcios, la inequidad social, de la sociedad lojana hacen que los procesos educativos tengan que adecuarse a las características psicosociales de niños, adolescentes y jóvenes a efecto de lograr personalidades equilibradas que contribuyan al desarrollo armónico de los seres humanos. La labor del psicólogo en la época actual es trascendente para la intervención terapéutica tanto individual como grupal en los diferentes campos clínico, educativo y organizacional, de ahí que es muy necesaria la presencia de este profesional en todos los ámbitos, sobre todo en el educativo.  Su intervención oportuna es fundamental para la vivencia armónica de los individuos diagnosticando y brindando el oportuno tratamiento a nivel conductual, afectivo, adaptativo. (RERO)

 

FUENTE: LA HORA

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