LABERINTO DE POLITIQUEROS

 Luis Alulima Benítez

Para quienes algo conocemos de política, historia y derecho, y no nos hemos puesto a la cola de gobernantes politiqueros de cualquier nivel, nos causa coraje, desasosiego, pero también pena y tristeza por todo lo que ha ocurrido y está ocurriendo en la dirección del Estado ecuatoriano. Son muy pocas las personas que ven sensatamente y con conocimiento de causa, el desastre que han ocasionado y están ocasionando los manejadores de un poder fabricado con márquetin publicitario, porque eso es lo que han hecho desde el siglo pasado, no son estadistas que han llegado para hacer el bien común a las personas que representan, sino, a pequeños grupos. Es que no tienen capacidad para gobernar, para crear consensos, para dialogar sin sesgos ni pretensiones absurdas, demostrando que las propuestas irían en beneficio de las grandes mayorías y traerían mejores condiciones de vida para el pueblo; entonces, recurren a los discursitos fabricados en los bajos mundos del poder económico que destruye toda posibilidad de mejorar la vida del pueblo.

Es que, actuar encuadrados en una posición político ideológica dirigida hacia el progreso integral de la sociedad, no les es posible, por eso la niegan y tratan de hacer ver que no son necesarias, que no existen, que al pueblo no le interesa; que más importantes son las decisiones del mandatario dentro del estado de cosas que vive, privilegiando a los de siempre, a los que se niegan a pagar los impuestos, a los que los evaden a pesar de tener grandes ganancias, a los que mantienen prerrogativas económicas, a los que viven de la corrupción que ha llevado más degradación a la gestión pública. Ellos y muchos sectores más, mantienen arruinada la economía ecuatoriana y cercada las posibilidades de acceder al progreso integral el país.  Estos mantienen tesis económicas abrumadoramente dislocadas y hacen cualquier cosa para que la estructura económica que los privilegia, permanezca inmóvil y, el mejor negocio es seguir manteniendo pobre a la población para vivirla engañando.

La gente humilde, la gente pobre que somos millones de habitantes en el Ecuador, ha sido presa fácil del engaño, de la manipulación, del chantaje, de la acción coercitiva; sólo es preciso recordar cómo un tal populista Correa, obligaba a la gente a estar presente en esas soberbias sabatinas. Ahora, otro hace lo mismo y con la misma soberbia de poseer el poder para sentirse respaldado, para medir su popularidad, para amedrentar, para hacer creer que tiene poder de convocatoria, y eso no es cierto. Que triste resulta ver esas acciones tétricas, malolientes y desacreditadoras para la historia.

Llegó al poder en el primer periodo y en contubernio con el correato y los social cristianos, perdonó las deudas de los gamonales y masacró la economía del pueblo, al subir el IVA al 15% con la sutil perspicacia de luchar contra los grupos criminales organizados que, viven derramando sangre como si se tratara de actos normales. Luchar contra estos es vital para la tranquilidad y la paz del pueblo, pero no se ven resultados; mientras tanto, la vida se volvió más cara y la economía de los sectores deprimidos se agudizó. En tan poco tiempo de gobierno, los desaciertos impulsados por la inexperiencia, pero más por la imposición del FMI, para recibir más créditos que luego nos arruinarán la vida, el gobierno ha sido desastroso, igual como lo hizo Correa. Las consecuencias más duras llegarán después, y los seguidores de estos no mismo quieren entender.

Ahora la situación económica se volverá más difícil con la eliminación de los subsidios al diésel, sobre todo para quienes no tienen trabajo y para los que tienen con escasa remuneración, y ellos suman millones. ¿Que técnicamente no se debe mantener esos subsidios?, claro que es así, pero para eso, en procesos más o menos acelerados se debió mejorar la economía de las grandes mayorías. Y recursos para esto se ha tenido en cantidades más que suficientes, pero la garra y los privilegios de estos politiqueros que han vivido en el poder directa o indirectamente, han podido más. Ya es tiempo de que entiendan que la polarización eleccionaria, se ha vuelto negocio para los que llegan y quieren volver al poder. Por Dios, no seamos cómplices del laberinto de los politiqueros.   Loja – 16 – IX – 2025