Es necesario que los dignatarios del Gobierno Nacional y más Funciones del Estado tengan un real y positivo programa para conseguir los objetivos que posiblemente también desean como lo requiere el conglomerado nacional y solo se sigan creando organismos para esta finalidad cuyo costo lo sufraga con el presupuesto nacional.
La corrupción milenaria actividad prácticamente desde los orígenes de la humanidad; la depravación acentuada en los grandes imperios, según registra la historia, los emperadores saqueaban o recibían tributos de metales y piedras preciosas de sus súbditos llegando en algunos casos al parricidio o al magnicidio para asumir el poder y disfrutar de esas reliquias; actualmente la corrupción sucumbe ante el vil metal dorado o plateado, también los frutos del oro negro o los paquetes impresos en verde olivo o de otros colores que sirven a los corruptos para aprovecharlos sin esfuerzo; como al momento la corrupción es el cáncer más grave que afecta al país se debe indicar que este mal no brota solamente de los partidos políticos de derecha, centro o izquierda ya que la corruptela no tiene ideología.
La inseguridad ciudadana tampoco puede ser combatida, a diario se ocasionan nuevos y lamentables episodios que conmueven el espíritu del colectivo nacional, obligado a salir a las calles a reclamar justicia como lo acontecido en la ciudad de Quito por el femicidio de María Belén Bernal Otavalo; el día 4 de octubre de este año, en la Penitenciaria de Latacunga se produjo un motín de los privados de libertad con el trágico saldo de 16 fallecidos y 21 heridos por lo pronto, crisis del régimen penitenciario que no funciona ya que hace pocos días se produjo la celebración de cumpleaños en el centro de reclusión de Guayaquil con acompañamiento de fuegos artificiales de lo que nadie se responsabiliza; el temor traba las denuncias que debían formularse por el delito de extorsión en boga que mueve millones de dólares y las pandillas beneficiarias en muy baja escala son aprehendidas y sus integrantes sancionados.
El nuevo Ministro del Interior que ha cursado una serie de tareas de capacitación vinculados al control de seguridad y planificación para reestructurar y depurar la Policía Nacional, institución que tiene el objetivo principal velar por el orden interno y la seguridad pública según la Constitución de la República, tarea cuyo cumplimiento le corresponde al Presidente de la República; en entrevista televisiva igual que sus antecesores el flamante Ministro expuso las actividades que va a realizar, entre otras obtener los recursos económicos para afrontar ese cometido, algo que me parece imprudente porque se está dando aviso al crimen organizado nacional, local e internacional que permanecen atentos para elaborar y utilizar nuevos procedimientos que afectan la seguridad ciudadana.
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