La ciudad de Loja cuenta con una infraestructura sanitaria precaria, con sistemas de tuberías que han cumplido su vida útil, siendo parte de las consecuencias niveles de fuga elevados y, en el caso particular del alcantarillado, el azolvamiento y taponamiento, creando una propensión a inundaciones.
Esto ha motivado intervenciones tan importantes como la del proyecto de regeneración urbana en el centro de la ciudad, así como acciones puntuales en barrios cuyas calles no han podido ser intervenidas antes del cambio de las redes de alcantarillado como ocurrió en Época hace algunos años o últimamente en la calle Ancón e Ibarra. Lucio Romero, gerente de la Unidad Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Umapal), señala que en muchos casos la tubería tiene más de 30 años.
A más de ello la ciudad ha tenido inconvenientes debido al diámetro no adecuado de tuberías, a que se ha empleado material de mala calidad y al desbordamiento de quebradas, situaciones que han ido atendiéndose paulatinamente, especialmente en puntos críticos.
Romero reconoce que en esta temporada de lluvias se han presentado inundaciones pequeñas, a diferencia de lo que ocurría por ejemplo en la Zona Militar, en la Av. de los Paltas (frente a la escuela Graciela Atarihuana), en la Av. Salvador Bustamante Celi (frente a Solca), Sauces Norte, entre otros sectores donde se han construido colectores y embaulado quebradas como la del Cater (Argelia), Viveros (Tebaida) y Bernardo Valdivieso (Pucará).
Destaca que además se ha invertido en la construcción de aliviaderos en las avenidas Orillas del Zamora, Emiliano Ortega, Universitaria y Manuel Agustín Aguirre, con el objetivo de ayudar al desfogue de las aguas lluvias directamente al río Zamora y Malacatos. Así mismo se ha hecho una limpieza de los colectores marginales de estos dos afluentes.
Más problemas
Lucio Romero señala que no se han solucionado aún todos los problemas de Loja, pues existen otros puntos que están causando molestias como el caso de La Pradera cuyo colector que debe conectarse con la regeneración urbana; en la Estancia Norte en donde hace falta canalizar las aguas que bajan de Chinguilanchi; en la calle Daniel Álvarez Burneo detrás del colegio del mismo nombre; en la calle Juan José Samaniego que empata a la salida del túnel de Los Ahorcados; puntos que están programados intervenir en este año.
Estudios de alcantarillado
El Municipio de Loja además ha suscrito un convenio con la empresa Qingdao Municipal de China para realizar los estudios del plan maestro de alcantarillado, lo que abarca la construcción de colectores al occidente y del norte de la ciudad para barrios como Shushuhayco, Menfis, La Banda y Motupe cuyas descargas terminan directamente en el río. (CAB)
FUENTE: LA HORA
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