La ampliación de la carretera Loja-Catamayo a cuatro carriles ha sido una necesidad expresada desde distintos sectores que ha calado finalmente en el Ministerio de Transportes y Obras Públicas así como del Municipio de Loja, entidad que con estudios aprobados ha asumido el reto de la ejecución del proyecto, aunque esto con un cambio sustancial sobre el punto de inicio de esta vía.
Originalmente se había planteado que la abscisa cero sea considerada en el redondel del Pateado, es decir en una zona rural, en donde las afectaciones por la ampliación se realizarían mayormente en terrenos sin construcciones, no obstante el Municipio ha logrado que sea aprobada desde el redondel Isidro Ayora.
Para el alcalde José Bolívar Castillo, quien acostumbra señalar que el interés colectivo debe prevalecer sobre el interés particular, las razones para solicitar este cambio son de gran importancia para la ciudad, pues de esa manera se incluiría en el proyecto de ampliación la construcción de un paso a desnivel en el sector de la Terminal Terrestre, que actualmente es un sitio muy congestionado, así como un paso deprimido en el redondel del Plateado, donde empata la vía con el Paso Lateral.
El alcalde explicó que es necesario que Loja tenga un acceso con cuatro carriles por el alto tráfico vehicular existente en la actualidad y además citó casos de ciudades como Machala, Cuenca, Riobamba, Ambato, que han conseguido hacer este tipo de obras, a pesar que el proceso implique costos adicionales que, para la autoridad cantonal, son la consecuencia de la “demagogia política” que ha permitido construcciones sin considerar el retiro que debe existir con una carretera.
Los sitios en donde habría mayores afectaciones incluyen al barrio Clodoveo Jaramillo Alto en donde hay varias viviendas a ambos lados de la carretera. Claudio Jiménez, habitante del sector, no está de acuerdo en que se llegue a construir los cuatro carriles allí porque no hay espacio y perderían el frente de sus propiedades e incluso tendrían que derrumbar algunas casas, sin contar que aumentaría el riesgo de accidentes y la contaminación.
Considera además que el tráfico de vehículos pesados se puede desviar desde el Plateado hacia el norte y sur por el Paso Lateral, que es una vía de cuatro carriles, pues al impedir que ingresen por la Av. Isidro Ayora se reduciría notablemente los problemas de congestión.
Por el contrario, Norma Pinta, propietaria de una picantería en Belén, considera que tener una vía de cuatro carriles será una ventaja para el mismo sector, no obstante las afectaciones que tengan algunas propiedades, incluyendo la suya que seguramente perderá el frente en donde está instalado parte del negocio.
Señala que a este tipo de proyectos no hay como oponerse, aunque no deja de esconder su preocupación, no solo por el ensanchamiento, sino por el pago de las mejoras que posiblemente sea muy alto y no están en capacidad de asumir.
Al respecto, el alcalde Castillo recordó lo ocurrido con el Paso Lateral que en lugar que los propietarios de los terrenos afectados reciban una indemnización, se llegó a un acuerdo para que en lugar de recibir ese dinero no se les cobre la plusvalía y la contribución especial de mejoras. (CAB)
FUENTE: LA HORA
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