Uno de estos casos es el de Rosa Pintado, quien ha estado haciendo trámites para conseguir el bono de desarrollo, sin obtenerlo; está decidida a luchar por el amor y la entrega a sus hijos. Ella trabaja “cuando hay, lo único que tengo seguro es la elaboración de canastillas en duda, fibra natural, que realizo en mi casa; otras veces lavo la ropa a mis vecinos, o limpio casas, además de trabajar en los huertos”, sostiene.
Señala que estos trabajos le dejan de 10 a 20 dólares a la semana, “lo que me alcanza para alimentar a mis cuatro hijos”.
Tiene 28 años, es madre soltera, el padre es un migrante desaparecido desde 2014 y, desde entonces, cumple la labor de jefa de hogar. Manifiesta que no recibe el Bono de Desarrollo Humano, lo cual significaría una gran ayuda para ella y para sus hijos.
Rodrigo Gómez, adulto mayor que cumplió 85 años recientemente, manifiesta que el Bono de Desarrollo Humano ha sido de gran ayuda, “me ha permitido alimentarme y mantener una vida sana, porque a más de recibir económicamente el aporte, también tengo atención en salud y otros servicios por parte del Gobierno”.
Otras dudas se han presentado en cuanto a la entrega del bono de desarrollo humano; “a mí me quitaron después de un registro que hicieron, me dicen que este incentivo se otorga únicamente por cinco años, porque es para generar un emprendimiento y yo no pude hacerlo”, agrega un usuario que prefirió no identificarse, pero que irá a la institución para averiguar su caso.
Incremento
Según Mayra Ortiz, coordinadora zonal 6 del MIES, el bono se entrega en función de las condiciones sociales de cada beneficiario, como su situación familiar, ingresos, el número de integrantes de su grupo familiar, entre otros.
“El Presidente anunció un incremento, del cual algunos usuarios ya lo reciben en base al registro social; en cuanto a los casos presentados, se hará una inspección para proceder a dar las respuestas necesarias”, determinó.
Pese a esto, el incremento no se hará para todos los 423.000 beneficiarios que actualmente están en la base de datos, sino sobre la base de la carga familiar de cada beneficiado.
“Para eso se levanta y actualiza el registro social de los grupos en alta vulnerabilidad para ir aumentando a quienes más lo necesiten”.
Al término de la actualización, se podrían ingresar nuevos usuarios, dependiendo del caso o la situación de vulnerabilidad. (SAM) (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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