Una masiva huelga general en protesta contra las políticas del presidente Mauricio Macri paralizó este lunes Argentina, afectando varias actividades clave como la bancaria y la exportación de granos.
Unos 71.000 pasajeros de vuelos de cabotaje e internacionales fueron afectados por la medida de fuerza en los dos aeropuertos de Buenos Aires y en otras terminales del país. En tanto, gasolineras, escuelas públicas y dependencias de la administración cerraron. El poderoso gremio de los choferes de camiones se adhirió al paro, por lo que el transporte pesado y de caudales y la recolección de basura fueron suspendidos. Sin embargo, el cese de actividades fue dispar en los comercios.
La Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical del país, lanzó la huelga de 24 horas junto con otros importantes gremios para quejarse por el ajuste de la economía que está realizando el gobierno del presidente Mauricio Macri y reclamar alzas salariales en línea con la elevada inflación esperada para este año.
“Lo que necesitamos los argentinos es poder tener poder adquisitivo para consumir, porque ya estamos dejando de consumir cuestiones elementales. Tenemos una cantidad de gente que no come, que está con problemas para alimentarse”, dijo Pablo Micheli, secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina, que se adhirió a la huelga.
“El descontento ha desbordado el encuadramiento sindical… hay gente de comercio, pequeños propietarios que, como han podido, se han manifestado en contra del desorden al que este gobierno nos ha llevado”, comentó Juan Schmid, uno de los tres dirigentes de la CGT.
En las calles de la ciudad de Buenos Aires solo circularon a primera hora del día ciclistas, automóviles particulares y taxistas que no se plegaron a la medida.
Los convocantes a la protesta también rechazan el reciente acuerdo de las autoridades con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por un préstamo de 50.000 millones de dólares que demandará un mayor recorte del gasto público.
El crédito se concretó a raíz de la crisis cambiaria de mayo durante la cual el peso sufrió una fuerte devaluación que obligó al Banco Central a vender miles de millones de dólares de reservas.
Se prevé que la depreciación que se dio repercutirá en el alza de los precios. Economistas estiman una inflación de entre 28% y 30% anual y muy escaso crecimiento.
La mayoría de los argentinos considera que el FMI es responsable de la pobreza generada por los planes de ajuste aplicados durante las crisis económicas pasadas. Pero el Gobierno apuesta a que el préstamo estabilice la economía y ayude a Argentina a recuperar la confianza de los inversores.
Macri indicó que el paro “no contribuye a nada” y añadió que no ha habido un gobierno “en décadas” con “tanta preocupación” por generar empleo. Mientras, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dijo que la medida le iba a costar a los argentinos casi unos 1.000 millones de dólares.
3 huelgas
Esta es la tercera vez que los sindicatos realizan una huelga contra el gobierno de Mauricio Macri.
1.000 millones
de dólares sería el costo de la paralización para el país, según un cálculo del Ministerio de Economía. (I)
FUENTE: EL UNIVERSO
Comments