En el norte y el centro de Portugal, los bomberos trabajan para controlar medio centenar de fuegos activos.
Según el último balance provisional de la Autoridad Nacional portuguesa de Protección Civil, ANPC, al menos 36 personas han perdido la vida y siete permanecen desaparecidas, aunque no se descarta que la cifra de víctimas aumente porque los efectivos de los servicios de socorro todavía no han conseguido acceder a todas las zonas afectadas por las llamas.
Los distritos donde se han registrado las víctimas son Coimbra, Guarda, Castelo Branco y Viseu, todos en el centro del país, escenario de más de 500 fuegos desatados el domingo, que han dejado también más de 50 heridos confirmados.
En todo el territorio continental de Portugal, siguen activos medio centenar de incendios forestales, que mantienen sobre el terreno a cerca de 4.000 bomberos, más de un millar de vehículos de extinción terrestre y dos medios aéreos.
Desde Protección Civil afirmaron que «no hay señales» de que estos fuegos puedan quedar dominados en las próximas horas y se mantiene la alerta roja.
Las elevadas temperaturas, la situación de sequía prolongada y los vientos fuertes desempeñaron un papel decisivo en esta oleada de incendios y en la rápida propagación de las llamas.
La situación llevó al Gobierno portugués a declarar el estado de calamidad pública en todos los distritos al norte del río Tajo.
Galicia
En tanto, más de 100 incendios forestales han causado la muerte de cuatro personas y han arrasado miles de hectáreas en la región española de Galicia, donde los fuertes vientos, temperaturas altas y una sequía prolongada complican la situación. Otros incendios afectan también a las regiones limítrofes de Asturias y Castilla y León.
«Terrorismo incendiario»
El presidente regional de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, denunció ayer el «terrorismo incendiario» de quienes causaron el fuego.
También el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, que viajó a Galicia, aseguró que algo como esto «no se produce por casualidad», sino que «ha sido provocado».
Las víctimas mortales son un hombre de 78 años, que murió cuando intentaba salvar a sus animales en un pueblo de la provincia de Orense, informó la Delegación del Gobierno español en Galicia, y dos mujeres que fallecieron en una furgoneta cuando huían en Pontevedra.
Otro ciudadano de 70 años murió la noche del domingo tras sufrir una caída al intentar apagar un fuego en las cercanías de Vigo, Pontevedra.
Unos 400 vecinos de zonas rurales de Vigo fueron desalojados de sus viviendas, aunque la mayoría ya pudieron regresar.
El fuego causó también el corte de numerosas carreteras en toda Galicia, según la Dirección General de Tráfico.
Núñez Feijóo concretó que hay 21 colegios cerrados, 20 en Pontevedra y uno en Orense, mientras que la Universidad de Vigo canceló las clases.
También por prevención se procedió al cierre de cinco centros de asistencia diurna de ancianos y tres escuelas infantiles.
En Asturias, continúan activos 32 incendios, que afectan al suroeste de la región, donde 23 colegios suspendieron las clases y se cortaron algunas carreteras. Anoche fueron evacuadas por precaución unos 53 habitantes de varias aldeas. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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