El número de muertos por el sismo aumentó ayer a 225, según el último reporte del coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente. No obstante, los datos son todavía preliminares, pues las tareas continuarán y se desconoce todavía la cifra de desaparecidos.
En la Ciudad de México, donde los muertos suman 94, hay 800 lesionados y 39 edificios caídos.
Los equipos de emergencia no descansan desde que el movimiento telúrico sacudió la capital, Morelos, Puebla y el Estado de México, pues se teme que hay decenas de personas bajo los escombros.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera explicó que muchas personas han sido rescatadas vivas. Pese a informaciones publicadas en redes sociales, Mancera dijo no tener reporte de hechos delictivos aprovechando el caos del sismo.
Prioridad
El presidente del país, Enrique Peña Nieto, indicó en un mensaje a la nación que «la prioridad es continuar el rescate de quienes aún se encuentran atrapados y dar atención médica a los heridos».
El Mandatario convocó al Comité Nacional de Emergencia y destacó que miles de integrantes del Ejército, la Marina y de la Policía Federal «asisten a la población afectada».
El Presidente reportó que el 40 por ciento de Ciudad de México y el 60 por ciento del estado de Morelos «no tiene servicios de electricidad», por lo que se han reforzado las brigadas de la Comisión Federal de Electricidad para restablecerlos a la brevedad.
Los servicios de comunicación telefónica se interrumpieron por el sismo y se mantienen saturados. Las autoridades han pedido a la población que solo los use para emergencias y para localizar a sus familiares.
Albergues
Peña Nieto detalló que se han habilitado albergues para todas las personas que lo necesiten y pidió a la población que, en la medida de lo posible, se mantenga en sus casas para facilitar las labores de ayuda y el traslado de los servicios de emergencia.
Peña Nieto decretó tres días de luto nacional en honor a las víctimas del terremoto, del cual se han registrado 23 réplicas, la mayor de magnitud 4, de acuerdo con las últimas cifras del Servicio Sismológico Nacional.
Niños
Mientras, sigue también la angustiante búsqueda de niños bajo los escombros de una escuela de la capital, donde 21 menores murieron aplastados y los desaparecidos suman 30.
«No hay poder humano que pueda imaginar el dolor que estoy pasando», dijo a la prensa Adriana Fargo en un albergue improvisado, mientras espera noticias de su hija de siete años desaparecida bajo las ruinas de la escuela Enrique Rebsamen, al sur de Ciudad de México.
Su esposo trabajaba hombro a hombro con los cientos de soldados, bomberos y rescatistas que, entre la oscuridad de la madrugada, removían cuidadosamente los escombros en busca de señales de vida de los pequeños.
Con picos, palas e incluso a mano limpia, estos hombres -que llevan casi 24 horas sin dormir y mal comer- no escatimaban esfuerzos en la angustiante carrera contrarreloj para encontrar con vida a los a los pequeños.
«¡Silencio por favor! No caminen, no respiren, que tratamos de escuchar las voces» de los pequeños atrapados, clamaba desde el altavoz un policía, mientras un séquito de voluntarios, con linternas en la cabeza, llevaban largas vigas de madera para sostener los techos a punto de derrumbarse, en una zona acordonada por el Ejército.
Hasta ahora, 11 niños y al menos una maestra han sido rescatados con vida; pero 26 personas fueron sacadas ya muertas, entre las cuales había 21 menores.
El temblor se produjo el martes, 12 días después del sismo de magnitud 8,2, el más poderoso desde 1932, que dejó 98 muertos.
México se ubica entre cinco placas tectónicas cuyos movimientos lo convierten entre los países con mayor actividad sísmica en el mundo. Se conoce como el Cinturón de Fuego del Pacífico. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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