Explicó que la recompra de deuda externa, la renegociación de contratos petroleros y una eficiente recaudación de impuestos fueron los tres factores iniciales que permitieron liberar miles de millones de recursos para invertir en el país. Sin la renegociación de contratos petroleros, dijo, el Ecuador hubiera dejado de recibir más de 33.388 millones de dólares, lo que pulveriza la lectura de quienes han atribuido a la ‘suerte’ del Gobierno por los altos precios del crudo en años anteriores.
Añadió que la recaudación tributaria que antes de este Gobierno (en 2006) era de apenas 23 mil millones, pasó a más de 100.000 millones entre 2007 y 2016, tomando en cuenta que Ecuador está por debajo del promedio de presión fiscal de la región. Vinieron entonces las grandes transformaciones en vialidad, infraestructura logística, telecomunicaciones, generación eléctrica, seguridad ciudadana, en competitividad sistémica y desarrollo social.
Y dado que el destino de los recursos sociales demuestra las relaciones de poder al interior de una sociedad, mientras en el 2006 se destinaba 5,3% del Producto Interno Bruto (PIB) para el sector social, en el 2015 se destinó 10%, lo cual significa en términos absolutos cerca de 4 veces más. Entre 2006 y 2015 la economía ecuatoriana se ha duplicado, creciendo a una tasa real de 3,9%, por encima del promedio latinoamericano de 2,9%.
A partir de 2016 con un verdadero colapso del mercado petrolero una fuerte recesión producto de factores exógenos y hasta fenómenos naturales, incluido un terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter, el Gobierno ejecutó ajustes con el mínimo costo social posible, y en tiempo récord. Las razones para haber hecho frente a lo que el Presidente ha calificado como ‘tormenta perfecta’ se resumen en tres factores básicamente: el cambio en las relaciones de poder, una adecuada institucionalidad y un equipo humano comprometido con los intereses de las grandes mayorías.
Y así, el próximo 24 de Mayo, cuando el Jefe de Estado entregue el poder, también entregará una economía en crecimiento y estabilizada, según explicó. “La realidad es que con la tercera parte o la quinta parte de lo que nos ha pasado, hace pocos años el país hubiera colapsado. Ecuador ha mostrado una increíble capacidad de recuperación”, resaltó el Jefe de Estado, al analizar dicha tormenta perfecta. El desarrollo es básicamente un problema político. Como punto de partida, es fundamental cuestionarse quién debería mandar en una sociedad: ¿las élites o las grandes mayorías?, ¿el capital o los seres humanos?, ¿el mercado o la sociedad?, es una de las ideas clave que esbozó el Jefe de Estado. Sin duda, esta es la Década ganada para el Ecuador, y aunque falta mucho por hacer, nunca se ha hecho tanto como ahora, finalizó el Mandatario su ponencia.
La Conferencia Internacional en honor a Baer se denomina “El desarrollo económico desde la periferia: el nexo entre el pasado, presente y futuro”, y reúne en la Casa de la Cultura Ecuatoriana a ponentes y expertos ecuatorianos y extranjeros, con la coordinación del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN). Baer fue un economista estadounidense que obtuvo su maestría y su doctorado PhD. en la Universidad de Harvard.
Su investigación se enfocó en la industrialización y el desarrollo económico de América Latina y Brasil, principalmente. Tiene 170 publicaciones científicas y cuenta con más de 28 reseñas de libros de otros autores. Hace dos años cuando visitó Ecuador, acudió a Yachay, la Ciudad del Conocimiento, uno de los proyectos más simbólicos e importantes del proceso de Revolución Ciudadana. Murió hace un año en Urbana, Illinois, dejando una herencia académica enorme.
FUENTE: EL TIEMPO
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