Tras la reunión quedaron en evidencia dos visiones en disputa: la del oficialismo, que busca la continuidad de un proceso político marcado por importantes avances en el curso de una década, y la de la oposición, que ha matizado su campaña con ataques al Gobierno.
Durante las dos horas que duró el diálogo, varios candidatos repitieron los discursos que han presentado desde semanas atrás; sin embargo, no profundizaron sus planes de gobierno ni cómo los materializarán. Como ha sido la constante en la campaña y como sucedió en el primer debate, la oposición planteó las propuestas desde una predecible demagogia.
En este marco, Lenín Moreno, candidato de Alianza PAIS, aseveró: “No voy a contestar a las injurias ni las mentiras, no me llegan ni le llegan a Alianza PAIS. Aquí está representado, con honrosas excepciones, lo peor de la historia del país”.
Se refirió a continuar con el trabajo que ya se ha hecho en los últimos 10 años e indicó que “concibe el poder como un ejercicio de humildad y no de vanidad, por lo que asumiría con responsabilidad la Presidencia”.
FUENTE: EL TIEMPO
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