Imitando la democracia del imperio del norte donde prolifera la discriminación racial y el asesinato policial a los habitantes de raza negra hemos concluido la etapa electoral de selección de las y los candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la República, mediante las denominadas elecciones primarias, cuyo resultado nos ha dejado estupefactos, asombrados, ya que un país pequeño y con 17 millones de habitantes de los cuales son aptos para sufragar el 70%, si descontamos el 30% de las abstenciones, sufragarían 9 millones y al momento hay 19 aspirantes al solio presidencial e igual número a la vicepresidencia , mientras que por ejemplo en Brasil con ciento sesenta millones de habitantes solo tercian para llegar al palacio presidencial 2 candidatos y en otros países de Sud América máximo son cuatro; no sabemos que objetivos persiguen algunas agrupaciones y sus candidatos; pero a más de lo singularizado falta el copioso chubasco de los asambleístas: nacionales, provinciales y del Parlamento Andino; rememorando algo, el diluvio universal según consta en el libro sagrado de los católicos, la divinidad castigó a la humanidad por la imparable corrupción y le ordenó al patriarca hebreo Noé que construya un barco gigantesco para que permanezcan su familia y todas las especies animales, lo que posibilitó la salvación humana; infortunadamente ahora no sabemos quién nos salvará del chaparrón electoral que se avecina.
En ese enmarañado asunto no se puede admirar los rostros nuevos que anunciaban, pues, son los mismos de siempre, algunos de ellos con su marcado destino de ser simplemente candidatos y otros que se han paseado por diversas funciones de los gobiernos de turno nacionales y seccionales o de los poderes del Estado; nada nuevo ofrecen, desde ahora en su plan de gobierno todos coinciden en la gran batalla de extirpar la corrupción reinante en nuestro amado Ecuador, pero solo la del gobierno anterior aunque varios candidatos la extienden al actual periodo presidencial que ha rebrotado con fuerza incontenible aunque transitoriamente.
Los candidatos deben someterse en caso de triunfo al programa elaborado por su partido o agrupación política, infortunadamente ningún partido político ni agrupación han actualizado su ideario o ideología de acuerdo a la realidad que estamos atravesando impuesta severamente por la pandemia y los embates de la naturaleza por todo el planeta que se lo sigue triturando, corriendo el riesgo de su extinción, debido a lo cual los magnates de los imperios planifican su nuevo hábitat en el planeta Marte.
Algo que mantenemos pendiente por milenios que siempre se ha reclamado y sin solución es el relativo a la propiedad de la tierra que debe ser patrimonio de la humanidad para que sus habitantes tengan un lugar donde guarecerse y disfrutar del aire, la luz y el agua, lo que actualmente se les niega a las grandes mayorías por el imperio del inhumano invento de la propiedad privada que nadie sabe quien la creó, otorgando títulos de propiedad a los señores feudales inclusive sobre territorios que nunca han conocido; y, por el contrario, se les niega a los que pueden trabajarla para su alimentación y construir su morada a fin de protegerse de los fenómenos climáticos, superando en esta forma la legislación actual de organismos internacionales que se circunscribe a declarar patrimonio de la humanidad solo territorios relacionados a la cultura, el arte o la conservación de especies como nuestras Islas Galápagos, lo que está en contraposición del sueño de millones de humanos de ser acreedores al patrimonio que brinda la naturaleza.
Por último, en el embrollo de la incertidumbre que nos encontramos y sin conocer a ciencia cierta el futuro resulta muy difícil para los aspirantes a ejercer las principales funciones del Estado, programar obras y sistemas nuevos que no pasan de ser demagógicas utopías. O
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