Dinamarca, uno de los primeros países europeos en empezar a levantar restricciones por el coronavirus, dio este martes por controlada la epidemia de COVID-19 y descarta una segunda ola en el país, a la vez que apuesta por una estrategia más ofensiva de test y rastreo.
«Hemos conseguido tener bajo control el contagio de coronavirus gracias a un esfuerzo colectivo sólido», dijo en una comparecencia la primera ministra danesa, la socialdemócrata Mette Frederiksen, que habló de que existen «motivos fundamentales para el optimismo».
Dinamarca, con 5,7 millones de habitantes, ha registrado hasta ahora 10 789 positivos por COVID-19 y 527 muertos, con una reducción constante de pacientes ingresados y en cuidados intensivos desde principios de abril.
Y a pesar de iniciar la desescalada hace un mes con la reapertura de guarderías y escuelas (para alumnos de hasta 11 años), la tasa de contagio se mantiene en el 0,7, según los últimos datos.
En las buenas cifras se apoyó hoy el máximo responsable en infecciones del Instituto Nacional de Salud, Kåre Mølbak, para dar por descartado que Dinamarca pueda sufrir una nueva oleada del coronavirus a medio plazo.
«Si el virus estuviera descontrolado y no hiciésemos nada, habría probabilidad de una segunda ola. Pero hemos aprendido mucho de la enfermedad, tenemos capacidad para hacer test y aislar a los expuestos al contagio», dijo Mølbak.
La segunda fase de normalización comenzó esta semana con la apertura de tiendas minoristas y centros comerciales, además de permitir el deporte profesional, y continuará el próximo lunes con cafés y restaurantes, siempre con restricciones de espacio y medidas especiales de higiene.
Por el momento no hay fecha para la posible reapertura de fronteras, pero el Gobierno ofrecerá más detalles el 1 de junio. Dinamarca cerró sus fronteras a mediados de marzo.
«Los partidos están de acuerdo en que, si la reapertura causa que la epidemia aumente, entonces el plan de reapertura será ajustado», ha indicado Frederiksen. En la cuarta fase, prevista para principios de agosto, reabrirán discotecas, piscinas y gimnasios, mientras que las concentraciones de más de 500 personas seguirán prohibidas al menos hasta el 31 de agosto.
«No hay un solo país que abra todo a la vez y Dinamarca ha sido uno de los primeros en empezar. Eso no tiene nada que ver con la distancia social, sino con una apertura controlada por fases, y hay diferencias en la rapidez y la cantidad. Es difícil priorizar», se defendió hoy Frederiksen en el Parlamento.
Más test y aislamiento
Tanto los expertos como los responsables políticos daneses resaltaron, no obstante, que el virus sigue presente en la sociedad y que las medidas sanitarias «son tan importantes ahora como hace unos meses», en palabras de Frederiksen.
De ahí que anunciara en su comparecencia una estrategia «más ofensiva» para hacer test -actualmente se realizan unos 10.000 al día- y rastrear los contactos de personas infectadas, además de asegurar el suministro de material protector, considerado a partir de ahora de importancia «crítica».
La estrategia será canalizada a través de un nuevo organismo estatal que ejercerá de «músculo operativo» para actuar con rapidez ante posibles rebrotes o futuras pandemias.
El Gobierno danés pretende también que los ayuntamientos habiliten instalaciones para que aquellos ciudadanos sin posibilidad de aislarse en sus casas puedan hacerlo de forma voluntaria en otros sitios, como hoteles o recintos recreativos.
El líder opositor, el liberal Jakob Ellemann-Jensen, pidió al Gobierno que no retenga informaciones «importantes» que a su juicio podrían haber justificado una desescalada más rápida, incluida la apertura de fronteras.
El Ejecutivo socialdemócrata en minoría, que gobierna con el apoyo externo de varias fuerzas de izquierda y centro, rechaza sin embargo por el momento fijar una fecha para levantar la prohibición de entrar al país a extranjeros sin permiso de residencia
«Las fronteras deben abrirse de forma inteligente, teniendo en cuenta a los países vecinos, la Unión Europea, el riesgo de contagio y cuánta gente puede entrar», dijo la primera ministra. (I)
FUENTE: EL UNIVERSO
Comments