El archipiélago nipón, y sobre todo la capital, sufren desde el lunes las consecuencias del mayor temporal de nieve que ha azotado el centro del país en los últimos cuatro años, entre ellas graves alteraciones del transporte aéreo, por carretera y urbano, además de causar la muerte de una persona y al menos 720 heridos.
A ello se suma la catástrofe acaecida ayer en una estación de esquí de Gunma (norte de Tokio), donde la erupción de un volcán cercano y una avalancha casi simultánea provocaron la muerte de un militar de 49 años que se entrenaba en la zona y heridas a otras 11 personas.
El alud pudo originarse por los temblores volcánicos relacionados con la erupción y, junto a la lluvia de piedra y cenizas emanada del volcán, sorprendió al centenar de esquiadores que se encontraban en las pistas en esos momentos, quienes fueron evacuados.
La erupción del monte Motoshirane, la primera en unos 3.000 años según las autoridades, tuvo lugar mientras gran parte del archipiélago nipón se encuentra en el máximo nivel de alerta meteorológica por las intensas nevadas.
Numerosos ciudadanos nipones han expresado su descontento en las redes sociales debido a la falta de preparación del país ante las nevadas. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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