El nombre de María y José predomina en Loja

La religión, la fecha de nacimiento, legado familiar, poca creatividad e incluso la moda son algunas de las causas que inciden al momento de bautizar o asignar con un nombre a las personas. La Ley Orgánica de Gestión de Identidad y Datos Civiles, regula el registro de nombres, con el afán orientar y precautelar la identidad de los infantes.

Los nombres más comunes

Quien no se ha encontrado en la difícil situación de escuchar su nombre por la calle, en el trabajo, con la familia, entre amigos, vuelve la mirada y resulta que están refiriéndose a otra persona. Un momento incómodo, sin duda, para cualquier ser humano que por esencia se precia de ser único, singular e irrepetible.

Esta incómoda situación les pasa a los cientos de personas que comparten nombres de alta demanda en la provincia, entre los que sobresalen María, Rosa, Ana, Carmen, Blanca, José, Luis, Carlos, Juan o Jorge.

En la coordinación zonal del Registro Civil Identificación y Cedulación accedimos a datos estadísticos que nos han permitido definir que entre los nombres más comunes que los padres escogen para sus hijas se destaca María y Sofía. Mientras que para los hombres los nombres preferidos son José y Dylan.

Los apellidos

Una inquietud que siempre nos planteamos es el origen de nuestro apellido. Si procede de un nombre, de un lugar, de un oficio o de una característica física. Cada apellido esconde una historia, la historia de nuestros antepasados.

En Loja los apellidos más comunes que se registran son: Castillo, Jiménez, Torres y González. El coordinador zonal de Registro Civil Darwin Valdivieso Salinas, hace referencia, que, se utilizarán los apellidos de cada uno de los padres y precederá al apellido paterno al materno, pero los padres de común acuerdo podrán cambiar el orden de los apellidos, con la consideración que esa alternativa debe ser escogida para el primer hijo y regirá el resto de la descendencia, según consta en el artículo 37 de la Ley Orgánica de Gestión de Identidad y Datos Civiles.

La procedencia de los nombres

Darwin Valdivieso, dice que la comunidad lojana en su gran mayoría se identifica con la religión católica y eso incide mucho al momento de escoger un nombre. “Se utilizan nombres bíblicos, justamente por el significado, que los hace cercanos a sus creencias”.

Darwin Valdivieso señala que Ecuador “es un país muy futbolero, por eso en la década de los 80 con la aparición de Maradona se hizo muy famoso el nombre de Diego, en la actualidad se utiliza el nombre de quienes están en la palestra del fútbol como por ejemplo Ronaldo”.

También indica que es muy común inscribir a recién nacidos con nombres de actores y cantantes.

Nombres compuestos

Ana Karen Lima Gaona optó por inscribir a su pequeña niña de dos meses de nacida con un nombre no muy usual, pero que lo compuso de acuerdo a su religión (católica) y a la cercanía que siente con su madre.

“Las cinco últimas letras son del nombre de mi mamá Mariana, le agregamos una letra por mi nombre Ana, entonces su primer nombre es Arianna. De la misma manera escogimos Monserrat por la Virgen de Montserrat, es una advocación conocida en Cataluña como la ‘Moreneta’, somos católicos y mis padres residen en España”, precisa Ana Lima.

Se cambió de nombre

Steven S., recuerda entre risas que durante los años que estudio la primaria, fue objeto de burlas ya que su nombre de pila era Pío. “Llegué a pensar que mis padres no me querían, nunca me sentí cómodo con ese nombre, más allá de que era la decisión de los seres que me habían dado la vida”.

“Cuando cumplí la mayoría de edad y empecé a trabajar, me independicé y decidí cambiar de nombre, con el paso de los años regresé a mi ciudad natal y me encontré con los amigos de la infancia a quienes tuve que aclararles que me había cambiado de nombre,”, sostiene Steven S.

Según esta persona, con el paso de los años ha entendido que el nombre que le asignaron sus progenitores tenía que ver con las experiencias de la vida que llevaban, pues se identificaban plenamente con la obra del Papa Pío XII. “Ese fue el origen de mi nombre, pero bueno ya me lo cambié y no hay marcha atrás”.

Asimismo, Darwin Valdivieso indica que en el Ecuador las personas pueden cambiarse de nombre por una sola ocasión. “El único requisito es que el solicitante haya cumplido 18 años de edad, se realiza a través de una resolución administrativa”.

Proceso de inscripción

Para inscribir a un recién nacido Darwin Valdivieso señala que el único requisito es el estadístico de nacido vivo “que no es otra cosa que el certificado de nacimiento, que emite el profesional de la salud, en donde se hace conocer, la fecha de nacimiento, su sexo y el lugar donde nace, a eso le adjuntamos los documentos personales de los padres”.

En caso de que los progenitores sean casados o tengan registrada la unión de hecho, no se requiere la presencia de los dos. Si los padres son solteros deberán acudir los dos a inscribir al infante. (EVLL).

Manabí, cuna de nombres raros

En Manabí, catalogada en más de una ocasión como la tierra de los nombres raros, el origen de muchas de las denominaciones se desconoce. Everguito Coito Ponce Saldarriaga, Cemento Rocafuerte Preciado y Autoridad Portuaria Centeno al cumplir la mayoría de edad cambiaron sus nombres por considerarlos ofensivos.

La legislación ecuatoriana no pone límites para el registro oficial de nombres, pero exige que estos no falten al respeto y a la dignidad de la persona humana. Las restricciones para los nombres recién las tenemos desde hace varios años. En Portoviejo se registran nombres como: Exquisita Pílsener, Victoria Apretada o Perfecta Circuncisión los mismo que ya no se estilan en la actualidad. (EVLL)

¿Qué Nombres puedo inscribir?

De acuerdo al artículo 36 de la Ley Orgánica de Gestión de Identidad y Datos Civiles “no se podrá asignar más de dos nombres simples o uno compuesto que se tenga por tales en el uso general ecuatoriano. Tratándose de hijos de padres extranjeros pueden escogerse libremente dos nombres. No se podrá asignar nombres que constituyan palabras extravagantes, ridículas o que denigren la dignidad humana, o que expresen cosas o nociones, a menos que su uso como nombres se hubiere consagrado tradicionalmente”. (EVLL)

FUENTE: LA HORA