El domingo 11 de abril de 2021, contra viento y marea pero en cumplimiento de la ley, el CNE, se llevarán a efecto las elecciones de segunda vuelta para elegir Presidente y Vicepresidente de la República; la campaña electoral concluye el día jueves 8 del mes en curso, infortunadamente debido al contagio creciente del coronavirus que ha colapsado la atención en hospitales de todo el país que se origina por la indisciplina ciudadana que desafía intolerante las disposiciones restrictivas emanadas del COE y autoridades seccionales, en particular, en los llamados feriados que como en el viernes santo no se trató de feriado sino de disposición constante en la ley, como acontecerá el próximo día lunes 24 de mayo, fecha del cambio de mando del Ejecutivo, lo que requiere un replanteo para estas celebraciones que gravitan pesadamente en el sector turístico; todas estas acotaciones y muchas más como la embrollada atención en los Centros de Salud a los discapacitados, personas de la tercera edad y en especial a los Jubilados del IESS, pese al anuncio de las autoridades de salud sobre la llegada de vacunas para la inoculación inmediata, una de ellas anunciada para el miércoles 7, del mes en curso; esperamos que todos estos sucesos no influyan disminuyendo la concurrencia de la ciudadanía a ejercer su derecho a elegir en las urnas sus nuevos dignatarios, lo que reitero debe respetarse porque es la expresión de la soberanía popular.
Infortunadamente en la corta campaña, los candidatos no han podido visitar gran parte de nuestra división territorial, ni siquiera varias capitales provinciales, teniendo que informarse los posibles sufragantes por el sistema virtual, siempre que dispongan de tiempo y de los aparatos tecnológicos; como el rebrote del virus no se frena y la mayoría de la población no está vacunada pero si aterrorizada por la permanente e incontrolada delincuencia de todo orden lo que posiblemente afecte la concurrencia a los locales de votación.
Como vivimos en el mundo globalizado el virus también copó el globo terrestre, provocando insólitos contrastes en la economía mundial y el cambio radical en la vida social que ha determinado la obligación de los gobernantes y recobren la visión y la sordera preocupándose de solucionar las desigualdades existentes alejándose de los dictados doctrinarios de un capitalismo decadente que conduce al desastre de la humanidad.
Según la OMS, tres de cada cuatro vacunas producidas sirven a los diez países más ricos del mundo que pueden atender el 76% de su población, lo que ha determinado que 177, Estados impulsen la vacunación, aunque la mayoría a niveles ínfimos, como el nuestro que avanzará en la inoculación total hasta el 2022, y, 37 no han comenzado el proceso produciéndose este fenómeno inhumano porque los industriales de la medicina tienen registradas patentes de propiedad intelectual que impone que ninguna otra empresa pueda producirlas.
Ante esta calamitosa situación esperemos que estén al alcance de todos sin discriminación de ninguna clase, ya que es un derecho que nos asiste por igual; pues, si no se vacuna toda la humanidad nadie estará a salvo, con mayor razón si ya está presente en el globo terráqueo y en nuestro país la nueva cepa que puede diezmar en igual o mayor forma. O
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