Opinión

Enclaustrados, aterrorizados, y desprotegidos por Antonio C. Maldonado V.

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La pandemia del virus corona que durará por un lapso considerable ha obligado que las autoridades dispongan medidas conducentes a detener la propagación que no para y extingue la vida de numerosas personas; actualmente según el Comité de Operaciones de Emergencia – COE, en Guayaquil se ha logrado ese objetivo mientras que en Quito como en las demás provincias de la Costa y Sierra se ha propagado en forma alarmante sobrepasando lo que tuvo el puerto principal; en estas circunstancias lo urgente seria que el COE Nacional disponga el sistema llevado a efecto en Guayaquil y de esa forma solucionar el problema sin mayores complicaciones.  

Como en nuestro país suceden casos incomprensibles como la requisa diaria de droga en nuestro país, en Manabí, Guayaquil, Riobamba, Machala, el mar territorial, etc. valorada en millones de dólares que en nada nos sirve y por el contrario nos ocasiona gastos, lo raro del asunto, que parece distrae a los lectores o televidentes, la droga que proviene de Colombia no se la incauta en las fronteras que están completamente resguardadas; a lo mejor está sucediendo lo que el escritor e investigador científico francés Guy Sorman, en su obra Los verdaderos pensadores de nuestro tiempo al entrevistar a Thomas Szasz de nacionalidad húngara profesor de psiquiatría en la Universidad de Syracuse, en la parte que nos interesa hace cuarenta años dijo: “los gobiernos occidentales llevan a cabo una supuesta “guerra” contra la droga y no obtienen ninguna victoria. Es por qué les gusta esta guerra, y no desean ganarla?”. 

Por su parte como es obvio los medios de comunicación divulgan una serie de noticias como es su obligación algunas excesivamente dramáticas sobre los actos delictivos perpetrados en el país y el exterior; corrupción organizada y desorganizada que tiene profundas raíces y que cada día se agudizan; debiendo hacer presente que datan desde la invasión perpetrada por la metrópoli española hace más de cinco siglos que con la espada y la cruz se inició el saqueo de las riquezas naturales y la esclavitud de los aborígenes, perpetuándose hasta la actualidad; por citar algo, el caso Salcedo motiva el despliegue gigantesco de fuerza pública para simplemente trasladarlo en una ambulancia desde el hospital de Guayaquil a una cárcel de Quito, como si se tratara de algún capo de la mafia internacional; todo esto y mucho más que se divulga permanentemente por autoridades y las falsas noticias que navegan en la Internet, indudablemente nos tienen aterrorizados y psicológicamente afectados lo que puede ocasionar sucesos deplorables. 

Por último, la inseguridad incontenible en la que viven los que tienen y los que no tienen casa que por disposición del COE obliga a mantenerse confinados en el encierro y solo salgan por extrema necesidad, lo que también tiene que efectuarse a diario y que obliga a que se dote de la requerida seguridad porque la delincuencia sigue recrudeciendo en forma incontrolable y con nuevas formas que parece las han perfeccionado en el encierro al que los trasgresores de la ley también tuvieron que someterse.  

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