Efraín Beltrán, médico epidemiólogo del Ministerio de Salud y docente de la Universidad Técnica de Machala, quien comandará la investigación en Ecuador, indicó que este ensayo se aplicará en seis países de Latinoamérica y en Estados Unidos.
Los resultados se conocerán en dos años, pero todo se alista para iniciar con la aplicación desde diciembre.
Beltrán recordó que a través del Ministerio de Salud Pública llevan trabajando varios años en temas de vectores y desde 2010 estudian junto a la Universidad Estatal de New York y su Centro Internacional de Investigaciones, el comportamiento del Aedes Aegypti y el clima.
Con esto han ampliado la investigación en Machala, Huaquillas, Zaruma y Portovelo, en la provincia de El Oro, para conocer cómo influye el clima con el brote o la epidemia de dengue y otras enfermedades emergentes transmitidas por el Aedes Aegypti, como la fiebre amarilla, dengue, chikungunya y zika.
Ensayo
Beltrán indicó que hay algunos países que realizan ensayos de la vacuna contra el zika, uno de ellos es el Instituto de Alergias de EE.UU., que trabajó la primera fase en animales y la segunda en personas recluidas, lo que ha dejado resultados positivos.
Ahora dijo que es necesario aplicarla en la comunidad. Se trata de una vacuna de ADN, “es decir, no es ni un virus muerto, ni un virus atenuado” que se aplicará a 50 personas de un grupo de 100, con edades entre 15 y 35 años, de ambos sexos, que no estén enfermos y a quienes previamente examinarán que no hayan tenido la enfermedad.
El médico explicó que se les aplicará el ensayo de la vacuna a través de un dispositivo especial. Los investigadores no sabrán quiénes recibieron la vacuna, harán el seguimiento durante dos años, con exámenes de sangre y orina cada 15 días, “porque el tiempo de incubación del virus en las personas es de tres a 12 días”.
Los individuos desempeñarán normalmente sus actividades, pues al vivir en una zona tropical donde circula el virus hay la posibilidad de contagio.
“Si están en un medio donde hay un brote de zika y están vacunados y no brota la enfermedad, entonces quiere decir que esto es un éxito”, sentenció Beltrán.
El médico recalcó que, al ser una vacuna de ADN, deben tener alto índice de bioseguridad y las instituciones que la aplican deben estar acreditadas en el Instituto Nacional de Investigación de Estados Unidos. En Sudamérica, al existir una sola institución acreditada, el
Hospital Teófilo Dávila de Machala busca recibir esta certificación.
El médico recalcó que realizan los trámites necesarios y cree que en septiembre iniciará el escogitamiento de las personas para la aplicación. (CMR) (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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