Poco después de dejar el poder en mayo pasado, Correa se trasladó a vivir a Bélgica, pero no se alejó de la política nacional y comenzó un pulso con su correligionario y sucesor al que cuestionó su decisión de abrirse al diálogo con todos los sectores, incluida la oposición.
A través de su cuenta de Twitter, las críticas de Correa contra Moreno -a quien aupó durante la campaña electoral- se incrementaron cuando el Gobernante aseguró que su predecesor tenía «síndrome de abstinencia» de poder y había heredado una «crítica» situación económica.
Esa aseveración contrastaba con la afirmación de Correa de que dejaba la «mesa servida» a Moreno quien, irónicamente, respondía que se trata de “una mesa servida de deudas”.
Correa viaja al país para participar en una Convención Nacional de AP, convocada por sus seguidores para el 3 de diciembre en Esmeraldas.
En esa cita, sobre la que Moreno no se ha pronunciado, se pretende definir «el lineamiento político de esta nueva etapa de Revolución Ciudadana, el plan programático y las autoridades que guiarán este accionar».
Desde Bruselas, Correa dijo ayer que con su regreso busca apoyar una «depuración» en las filas de AP ante la «traición» del actual Mandatario, sin descartar volver a la política. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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