El incendio se localiza en la zona de Parral, a 340 kilómetros de Santiago, donde unas 3.200 personas han sido evacuadas, 2.600 de ellas de forma preventiva y 580 desde las viviendas alcanzadas por las llamas.
El incendio, que afecta también parte de la localidad de Ñiquén, en la vecina región del Bío Bío, avanza hacia el norte, en un día en que las temperaturas sobrepasaron los 35 grados en varias regiones del centro de Chile.
Ricardo Toro, director de la Oficina Nacional de Emergencia, ONEMI, dijo que el fuego se inició en la localidad de Zemita, región del Bío Bío, y “consiguió cruzar el río Perquelauquén y comenzó a amenazar las zonas de San Alberto y de Catillo”.
Esta última localidad se salvó gracias a un cambio en la dirección del viento, dijeron las autoridades.
La ONEMI subrayó que se trata de una emergencia en desarrollo, por lo que la gente no puede volver a la localidad de Catillo.
Aarón Caviedes, director de la Corporación Nacional Forestal, dijo que las brigadas terrestres que combaten el fuego son apoyadas por 15 aeronaves, nueve de ellas helicópteros y el avión cisterna ruso IL-76, que puede descargar 43.000 litros de agua.
En tierra, las fuerzas suman 16 brigadas, con bomberos de las localidades cercanas, dos brigadas del Ejército, camiones aljibe, maquinarias y otros equipos. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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