La incomodidad por el traslado desde la cárcel 4 en Quito al CRS de Latacunga provocó la inmediata reacción del sentenciado exvicepresidente Jorge Glas.
Su defensor, Eduardo Franco Loor, anunció en su cuenta Twitter que Jorge Glas, quien «se encuentra en condiciones deplorables e infrahumanas se ha declarado en huelga de hambre».
Reiteró de este modo que responsabiliza a las autoridades por la seguridad física y la vida del exfuncionario acusado de beneficiarse en la trama de sobornos de la constructora Odebrechet en Ecuador.
Franco asegura que su cliente está aquejado de gastritis y sufre de hipertensión arterial. Además, producto del traslado imprevisto, Glas no habría llevado la medicación que debe tomar a diario.
Simpatizantes de Glas están organizando una protesta en la Plaza Grande, en Quito, a partir de las 19:00, como rechazo a la movilización.
Retaliación política, dice defensor
Tras la fuga de Fernando Alvarado, un exfuncionario del régimen comandado por Rafael Correa y Jorge Glas, las autoridades de los ministerios de Justicia y del Interior decidieron trasladar a Glas desde la Cárcel 4 en la capital hasta el Centro de Rehabilitación en Latacunga, una cárcel con amplias medidas de seguridad.
Jorge Glas Espinel fue sentenciado a la máxima pena (6 años de prisión) por delito de asociación ilícita en el caso de sobornos de la constructora Odebrecht. Está en prisión desde el 2 de octubre del 2017. (I)
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