“Soy libre simplemente porque soy libre de expresarme. Y disfruto de esta libertad gracias al coraje de Ecuador y otros Estados, entre ellos Venezuela, que se han unido para apoyarme. Mi lucha puede convertirse en una historia exitosa para la libertad de expresión y los derechos humanos”, escribió en una carta dirigida a la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales por la Humanidad que se reunió en Caracas a propósito del cuarto aniversario de la muerte del líder bolivariano Hugo Chávez.
Mencionó que WikiLeaks sacó a la luz los secretos de los poderosos y además se construyó una biblioteca “distinta y poderosa”, que contiene la información sobre cómo realmente funciona el mundo y sus instituciones, que “por siglos ha estado solamente en manos de las élites y que ahora -no sin correr riesgos y persecuciones- han democratizado y puesto a disposición del pueblo, sin distinción de orientación política o credo”.
Esas revelaciones, añadió, es para todos y todas, para que la sociedad del todo mundo abra los ojos, y con datos irrefutables en la mano, confronte a los poderosos y saque sus propias conclusiones, sin filtros mediáticos, sobre los eventos y decisiones políticas que afectan sus vidas.
“El objetivo de WikiLeaks, de buscar la verdad en nombre de la humanidad, es hoy más importante que nunca, un objetivo que seguimos buscando a pesar del alto precio que pagamos por ello. El costo, en mi caso, ha sido alto. He estado perseguido judicialmente y detenido por casi siete años, sin que pese cargo alguno en mi contra. La persecución se ha extendido a mi familia, a mis hijos, a quienes no he podido ver durante todo este tiempo”, recalcó.
Recordó que tanto las Naciones Unidas, como numerosas organizaciones de Derechos Humanos y personalidades a nivel mundial han hecho un llamado a Suecia y al Reino Unido para que respeten sus obligaciones internacionales.
“Para que respeten y reconozcan la soberanía del Estado de Ecuador y por tanto reconozcan mi asilo y dejen de bloquear el ejercicio de este derecho humano. Es inconcebible que la actitud imperialista de Reino Unido y de Suecia, en pleno siglo 21, les permita, con total impunidad, ignorar un acto soberano de un país independiente, Ecuador”, apuntó.
“Ecuador pagó y sigue pagando un alto precio al otorgarme el asilo para protegerme de la persecución política por haber expuesto los secretos del imperio. Su embajada en Londres sufrió amenazas de ataque por la Policía británica y hasta el día de hoy es sujeta de niveles de vigilancia que no tienen comparación alguna”, recordó.
Dijo que negar el salvoconducto para que pueda ir a Latinoamérica es un acto de imperialismo puro, de países que ocupan altos cargos en Naciones Unidas, y, sin embargo, se rehúsan a reconocer y habilitar el ejercicio de un derecho universal, y lo hacen en total impunidad, burlándose, además, de la soberanía de un país del sur y de toda la región latinoamericana que respaldó unánimemente su asilo, constituyendo un grave insulto a la dignidad de nuestros pueblos y al mismo sistema de Naciones Unidas.
FUENTE: EL TIEMPO
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