De la mano del pianista y director de orquesta argentino Daniel Barenboim y el fallecido intelectual y activista palestino-estadounidense Edward Said se fundó en 1999 la West-Eastern Divan Orchestra, con el espíritu de «convocar a israelíes y palestinos a tocar música y comunicarse a través de este lenguaje».
«Esta orquesta en un principio era juvenil y solo de árabes e israelíes, con la participación de algunos europeos, pero ahora asisten personas de toda la región», afirma en entrevista con Efe la viuda de Said, Mariam Said, quien viajó a Chile junto Barenboim y los músicos.
Desde el deceso de su esposo en 2003, Mariam coordina la orquesta y ejerce la vicepresidencia de la Barenboim-Said Academy (BSA), en Alemania, por lo que ha dedicado los últimos años a edificar un puente de entendimiento entre las comunidades de Oriente Medio.
La además autora de «A World I Loved: The Story of an Arab Woman» explica que la iniciativa clásica ha masificado su convocatoria y alcance, hasta formar «un microcosmos de lo que el mundo debiera ser».
La también miembro de la «Arab-American Anti-Discrimination Committee» sostiene que egipcios, iraníes, libaneses, palestinos, jordanos, africanos y europeos que integran la agrupación perciben el conflicto palestino-israelí «de diferentes maneras, dependiendo del ángulo».
«La crisis que vive Israel y Palestina es muy compleja. Lo que he podido ver es que en la orquesta algunos no tienen idea de la crisis y otros están interesados en saber más, pero no hay enemistades», precisa la mujer, nacida y criada en Beirut, Líbano.
Asegura que la tolerancia y el respeto por el otro reinan en el conjunto, ya que en dicho contexto todas las personas y sus instrumentos son iguales.
«Si un instrumento lidera, todos los demás deben seguirlo. En otro momento, el que lideraba tiene que seguir a otro, lo que es muy importante en la música y también en la sociedad», puntualiza.
En su opinión, los jóvenes que componen la orquesta y los que se certifican en la Academia están preparados para ser líderes en sus propios países, ya que poseen la capacidad de escuchar y trabajar en equipos.
Said, que en su estadía en Chile dictará una charla y se reunirá con la Comunidad Palestina local, la más grande fuera del mundo árabe, revela que varios de los músicos, que van desde los 14 años en adelante, han estado juntos durante 18 años de ensayos.
La West-Eastern Divan Orchestra, llamada así por un libro de poemas del alemán Goethe, nació a modo de taller para luego convertirse en una destacada agrupación que ha dado la vuelta al mundo, reafirmando la unión entre culturas «fracturadas».
Sus primeras ediciones transcurrieron entre Weimar y Chicago, hasta que en 2002 la banda se estableció definitivamente en Sevilla, gracias a la colaboración del Gobierno Regional de Andalucía.
Este proyecto también cuenta con una pequeña escuela en Ramala, donde se enseña educación musical de «muy alta calidad» a jóvenes palestinos, con los que ofreció su primera actuación en un país de Oriente Próximo en 2005.
Cada verano, sus miembros se reúnen para participar de ensayos y cursos formativos, para luego ofrecer una gira de recitales en países como Alemania, Reino Unido, Turquía, Estados Unidos, Argentina y Brasil, entre varios otros.
Desde su creación, la iniciativa ha sido galardonada con el premio Príncipe de Asturias de la Concordia, el Premium Imperiale concedido por la Japan Arts Association y un Emmy Internacional a su DVD, «Knowledge Is The Beginning».
«Aunque seamos adversarios o no nos entendamos, podemos juntos crear un tipo de armonía y romper la barrera del odio. Esa es nuestra misión», concluye Said. EFE
FUENTE: EL TIEMPO
Comments