Javier Jácome tiene 27 años y es egresado de la carrera de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE), su proyecto de tesis consiste en una silla de bipedestación que permite ponerse pie a las personas con discapacidad y no estar solamente estáticos en la silla de ruedas.
“Es una silla manual pero con bipedestación, para desplazarte mientras estás sentado, lo debes hacer como una silla de ruedas normal, empujando en las ruedas, pero al realizar la bipedestación la hace eléctricamente mediante un switch que activa un actuador lineal que está debajo de la silla y lo levanta”.
Jácome aseguró que usar esta silla puede beneficiar la salud de las personas con discapacidad, al incorporar a la persona parapléjica la hace más autosuficiente, se puede desenvolver mejor en la sociedad, para la salud, saldría de la rutina de estar sentado, por lo cual ayuda a la circulación de la sangre y a prevenir el aparecimiento de escaras, que se producen por estar solo sentados.
“Es un orgullo poder realizar este tipo de proyectos utilizando los conocimientos que adquirí y llegar a darse cuenta que puede ayudar a otras personas mediante la aplicación de esto es realmente grato, muchas personas les ha llamado la atención, pienso que la aceptación ha sido buena, eso me alegra bastante” remarcó.
La silla está hecha en aluminio y su mecanismo para la bipedestación está realizado en acero, la batería es de 24 voltios, la seguridad de la silla en posición vertical consiste en fajas que se colocan en el pecho, los muslos y las piernas.
Jácome explicó que es el mecanismo de la bipedestación: es pasar de estar sentado, e incorporarse, hasta ponerse de pie. El mecanismo que permite estar de pie es colocado en una silla de ruedas normal, funciona con una batería eléctrica y puede durar 3 semanas y con ello, la persona puede permanecer en posición vertical, lapso en el cual la batería no se gasta.
El sistema que contiene es de actuadores lineales, un dispositivo convierte el movimiento de rotación de un motor de corriente continua de baja tensión en movimiento lineal (empuje y halado). Jácome piensa que el proyecto tiene futuro y podrían colocarse motores en cada llanta, con una caja de reducción para controlar la velocidad.
Fausto Freire, docente de la UTE dirigió el proyecto de tesis de Jácome, y considera que es una responsabilidad moral de la academia “resolver problemas de la sociedad especialmente de personas con discapacidad, los estudiantes deben tener un educación global, no solo profesional sino también sean conscientes de la sociedad en la cual ellos viven”. Además que los estudiantes perciban las necesidades sociales y sean sensibles a ellas.
Con el profesor Freire, Javier ya había trabajado anteriormente un proyecto de inclusión, desarrollaron una caminadora para personas con discapacidad intelectual, que mediante un arnés, permitía que esas personas muevan sus extremidades y mejoren su circulación.
La Secretaría gubernamental que lleva a adelante el proyecto Toda una Vida, ya manifestó en días pasados su interés en el proyecto, y se comunicaron con Javier Jácome, él les dijo que para seguir desarrollando el proyecto necesita recursos.
“Me dijeron que iban a hacer lo posible para apoyarme, y que iban a estar en contacto, que se podía llegar a disminuir el precio si son más sillas, o investigar en otro mecanismo más económico para que cumpla el mismo objetivo” mencionó Jácome.
El costo del desarrollo del mecanismo fue de entre 400 y 500 dólares, sin tomar en cuenta el valor de la silla.
Jácome dijo que quisiera que su proyecto lo conozca el presidente Lenín Moreno y el presidente del Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades (Conadis), Xavier Torres, y desarrollar ampliamente el proyecto y sea masivo para ayudar a las personas con discapacidad en el país.
FUENTE: EL TIEMPO
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