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Los ‘gomeros’ caminan ante la indiferencia de la gente

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La única alternativa que tiene para ganar unos dólares es limpiar zapatos. Javier tiene 29 años de edad y desde muy niño frecuentó la calle. Ahí aprendió a inhalar cemento de contacto, una sustancia muy fácil de adquirir y que afecta a muchos jóvenes. En la ciudad de Loja decenas de adolecentes viven atrofiados por la droga, en los parques, bajo los puentes o simplemente deambulan por las calles.

 

Cemento de contacto, la droga de los pobres

La accesibilidad al cemento de contacto es muy alta debido a su bajo precio y a que no existe una ley o norma jurídica que prohíba y regularice la venta de esta droga. Los jóvenes como siempre son los más perjudicados, la escasez de dinero y los problemas sociales que afectan a determinado sector de nuestra sociedad, los llevan a conseguir este alucinógeno que en el mercado lojano tiene el costo de un dólar, y, fácilmente se lo encuentra en tiendas de abarrotes y ferreterías.

 

Si bien es cierto el cemento de contacto no es la droga más utilizada, pero entre los jóvenes de precaria situación económica, se consume con singular regularidad. Mario Ordóñez Trelles médico familiar del distrito de salud 11D01 menciona que “los adolescentes que consumen cemento de contacto, viven en sectores muy pobres de la ciudad de Loja y no acceden de manera directa al sistema de salud, además son estigmatizados por la sociedad”.

 

“Pueden ser jóvenes que en un inicio consumían otras drogas, pero debido a la falta de recursos económicos optan por drogarse con cemento de contacto, que es más fácil de adquirir y no tiene restricciones. El daño que provoca es demasiado complicado e irreversible”, puntualiza Ordóñez.

 

‘Me gusta inhalar’

Javier de 29 años de edad, mientras limpia zapatos, se da cuenta como uno de sus compañeros, aduce no tener cambio de un billete de 5 dólares que le entregó una persona de la tercera edad en pago por betunear zapatos. “Ese man ya no vuelve, le roba”, indica, y, empieza a relatar que creció en la calle. “Mi padre murió cuando yo tenía nueve años, entonces llegué al parque y aprendí a gomear, después he probado base de cocaína y marihuana”.

 

“No es que sea barata, me gusta inhalar, el cuerpo pide y si no hay plata para la droga, se busca de donde sea, se roba o se trabaja, desde que la probé me gustó, pones en una fundita, la secas y ya estás voladito, en la calle cuando eres pelado no falta alguien que esté oliendo, entonces uno quiere experimentar”, señala.

 

Solo estudió la primaria, está casado y tiene una hija, su vivienda está ubicada al occidente, en uno de los barrios más pobres de la urbe, pero aspira salir solo del mundo de las drogas. “Está en uno mismo, yo no necesito ayuda, hay que confiar en Dios”, puntualiza Javier.

 

Las causas de la inhalación

Según estudios, inhalar pegamento puede provocar desorientación, pérdida de control, ataques de nervios, disminución de los reflejos y hemorragias nasales. Los adictos, que consumen esta droga en su mayoría tienen edades comprendidas entre los 10 y los 30 años.

 

El profesional en medicina familiar explica que el cemento de contacto tiene algunos componentes volátiles, de tipo inhalatorios, que “pueden dañar la capa que recubre a la neurona y se llama mielina, ésta se destruye por el efecto del tolueno y hexano que son componentes del pegamento, las neuronas inmediatamente empiezan a morir”.

 

Las neuronas tienen un proceso de regeneración muy lento, “entonces al existir muerte neuronal, se genera un daño cerebral, principalmente del cerebelo y del tallo neural progresivo e irreversible”, precisa Mario Ordóñez.

 

‘Inhalar pegamento no es un delito’

El abogado Edwin Jaramillo, dice que en el Ecuador no es prohibido drogarse inhalando cemento de contacto. “El pegamento es de libre venta y distribución, es como decir la gasolina, usted la adquiere sin problema, aunque ésta también es utilizada para doparse”.

 

“Si un adolescente va por la calle inhalando cemento de contacto, la policía tiene que llevarlo a un centro de detención para adolescentes infractores, llamar a los padres y entregarlo, esa es toda la formalidad, no existe otra”, concluye.

 

‘Mi amigo se corbateó’

Javier menciona que en la vida ha conocido muchos amigos, a quienes a pesar de las circunstancias aprecia. “Los quiero como hermanos, comemos del mismo plato y olemos del mismo pomo, a veces a unos la mujer los ha dejado por otro. Un panita, que tenía 19 años, estaba cementeado y se corbateó (ahorcó) en la casa de él mismo, eso pasó hace tres años, era mi pana de la calle y de goma”. (EVLL).

 

El apoyo del Estado

En la ciudad de Loja existe el Tratamiento Ambulatorio Intensivo en Salud Mental -TAI- Loja, que ofrece atención individual, grupal, familiar y ocupacional a personas con problemas de consumo de sustancias y trastornos mentales graves. El Tratamiento Ambulatorio Intensivo funciona en el cantón Loja desde enero del año 2016, con el objetivo de brindar atención integral en salud mental a personas con consumo problemático de alcohol, otras drogas y a personas con trastornos mentales graves y severos, según lo indica el psicólogo del Ministerio de Salud Cristian Abendaño.

FUENTE: LA HORA

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