Los integrantes del Consejo Editorial Estudiantil del Diario La Hora, delegados de diversos colegios de la ciudad, opinan que las autoridades correspondientes deben escuchar los planteamientos de los estudiantes de la Universidad Nacional de Loja (UNL) y dar solución a la problemática allí imperante.
El lunes 4 de diciembre de 2017, los alumnos de la Alma Máter se tomaron las instalaciones de la Facultad de Salud Humana. Allí solicitaron el cambio de autoridades, como el rector, Gustavo Villacís, y también de la Comisión de Intervención y de Fortalecimiento Institucional (CIFI).
A partir de esa medida, la situación fue tomando volumen hasta que más facultades fueron tomadas por los estudiantes, llegando, incluso, a radicalizar la protesta con la huelga de hambre, que dejó a sus participantes sentidos en su salud. Hasta que el jueves anterior optaron por poner fin a la manifestación extrema, aunque se retiraron advirtiendo que permanecerán vigilantes de que sus planteamientos se cumplan.
Esta situación, a decir de Nadia Yoselin Shupingahua Neira, de la Unidad Educativa Pío Jaramillo Alvarado, deja ver que los estudiantes han sido ignorados, junto con sus reclamos “que no son más que peticiones justas y necesarias”.
La joven manifiesta que los universitarios no están solicitando algo inadecuado, sino que únicamente quieren ser escuchados “ya que no están siendo apoyados”.
Para Nayeli Balcázar, de la Unidad Educativa San Francisco de Asís, el caso de la UNL ha conmocionado a toda la población porque afecta el futuro de muchos jóvenes que van en busca de un título académico.
Opina que no se está respetando el derecho a la educación que cada ser humano tiene. “Este problema, a su vez, puede afectar a futuras generaciones y causar problemas mayores”, manifiesta.
La representante del Colegio Particular San Gerardo, Martina Torres Rodríguez, parafraseando a Nelson Mandela, dice que la educación es el arma más poderosa para cambiar al mundo y, en ese sentido, los jóvenes también exigen su derecho al estudio, mediante huelgas no violentas, pero sí significativas como las de la UNL.
Martina Torres comenta que la huelga de hambre, llevada a cabo en la Alma Máter local, dejó una lección de unidad y que solo así los reclamos pueden ser escuchados por las autoridades correspondientes, “para hacer de esta sociedad una sociedad justa, donde se permita a todos tener el derecho a aprender, a equivocarse, a corregir y a avanzar”.
“Creo que después de varias falencias vistas en la UNL, los estudiantes están en todo el derecho de reclamar y luchar por una educación de calidad, siempre y cuando el accionar sea pacífico, lo cual se ha estado dando”, expresa Maren Pazmiño, de la Unidad Educativa Fiscomisional Daniel Álvarez Burneo.
Acota que, en este sentido, cómo se puedes esperar que los jóvenes “seamos el futuro si aún no entendemos que la educación de calidad es la que hará la diferencia en cada uno y que no se está dando como debe ser”. (JPP)
FUENTE: LA HORA
Comments