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El partido La República En Marcha, LREM, que presentó como candidatos a una mezcla de políticos repescados de las filas socialistas y conservadoras junto a figuras poco conocidas de la sociedad civil, obtuvo -con el 90 por ciento de sufragios escrutados- un 32 por ciento de los votos.
Sin embargo, debido al sistema electoral francés a doble vuelta, esa cifra solo es de verdad elocuente si se traduce en el número de escaños en que se podría convertir dentro de una semana. Ayer sólo un 49 por ciento de franceses acudió a las urnas.
Las estimaciones apuntan a que la maquinaria electoral de Macron, que hace poco más de un año ni siquiera existía, conseguirá entre 390 y 445 diputados, más de 100 por encima de la mayoría absoluta fijada en 289 escaños. El resultado es todavía mejor del que preveían las encuestas.
Los demás partidos apenas han podido hacer un ejercicio de contención de daños.
Los Republicanos de centro-derecha son los segundos más votados, con cerca de un 20 por ciento, pero sus perspectivas son poco halagüeñas. Los conservadores se harían finalmente con entre 85 y 125 escaños dentro de una semana.
Peor aún se presenta el panorama para el ultraderechista Frente Nacional, que con el 14 por ciento conseguido se quedaría lejos de su objetivo de alcanzar en la segunda vuelta los 15 escaños que le asegurarían poder formar grupo parlamentario.
Los resultados dibujan un panorama muy favorable para la ambiciosa agenda reformadora de Macron. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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