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Confiados en que sus deseos se cumplirán si brindan tributo a Shiva durante esta fecha, los devotos formaron largas colas ante los principales templos de Nepal, sobre todo en el de Pashupatinath en Katmandú, considerado uno de los lugares más sagrados para el hinduismo.
“Alrededor de 1,3 millones de devotos acudieron el templo”, afirmó Govinda Tondon, uno de los directivos del Fondo para el Desarrollo del Área de Pashupati, la entidad gubernamental nepalí encargada de la administración del templo.
Según Tondon, a las miles de personas que se trasladaron al templo se unieron desde diferentes partes de la India alrededor de 5.000 sadhus o ascetas hindúes, que han dedicado sus vidas a la contemplación y a la meditación en honor a Shiva.
Rituales
Los rituales de ofrenda al dios Shiva estuvieron acompañados de hogueras, siguiendo la creencia de que la deidad acude a los hogares de sus seguidores al caer el sol.
“Es un tributo al dios que salvó al universo de la oscuridad y la ignorancia”, explicó el filósofo hindú Basudev Shrikrishna Shastri.
El Shivaratri que en español significa literalmente La gran noche de Shiva, se celebra también en memoria de una noche en la que la mujer del dios hindú se dedicó a meditar para evitar que algo malo pasara a Shiva. Desde entonces es común que las mujeres dediquen sus esfuerzos en desear buena suerte y fortuna a esposos, hijos y hermanos.
En esta festividad, los asistentes deben ayunar desde el día anterior, así como mantener vigilia durante toda la noche siguiente. Ese tiempo lo suelen dedicar al yoga y la meditación.
Además de otras actividades, quienes se congregan suelen hacer largas filas para finalmente poder dejar su tributo al Dios que, según su tradición, se mantiene en un estado de meditación
profunda.
El Gobierno nepalí declaró el 24 de febrero del 2017 día festivo en un país donde alrededor de un 80 por ciento de sus cerca de 28 millones de habitantes son hindúes. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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