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Las manifestaciones fueron convocadas a través de las redes sociales por organizaciones de la sociedad civil, que además de exigir el fin del Gobierno de Temer, pidieron convocar elecciones generales.
El nuevo escándalo que sacude Brasil estalló en la noche del miércoles, cuando el diario O Globo reveló la existencia de unas grabaciones que apuntan a que Temer dio el aval para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, preso por corrupción.
Cunha fue el principal artífice del proceso destituyente contra Dilma Rousseff, a quien sucedió en mayo del pasado año Michel Temer en la Presidencia.
En medio de rumores sobre su renuncia, Temer se aferró ayer al cargo y negó que vaya a dimitir.
La oposición, por el contrario, sostiene que el único fin posible es la «renuncia inmediata» del Presidente.
«No renunciaré», proclamó el Mandatario en un mensaje televisado a la nación, después que el Supremo Tribunal Federal, STF, decidiera abrir una investigación por obstrucción a la justicia.
Grabación
Temer supuestamente fue grabado por el empresario Joesley Batista, dueño de la mayor empresa cárnica del mundo, JBS, cuando daba aval al pago de sobornos para comprar el silencio de Cunha y su operador monetario, ambos en prisión por la red de sobornos para obtener contratos en la estatal Petrobras.
Esa grabación habría sido entregada a la justicia, como parte de la declaración de Batista.
Pero Temer subrayó: «Yo no compré el silencio de nadie», antes de decirse convencido de que en el Tribunal podrá demostrar que no tuvo «ningún involucramiento» con los hechos que se le reprochan y de exigir una investigación «plena y muy rápida».
Temer admitió que se reunió con Batista, pero aseguró que «jamás solicitó pagos para obtener el silencio de alguien».
Este escándalo pone en tela de juicio el avance en el Congreso de las medidas de austeridad propuestas por Temer -como la elevación de la edad mínima de las jubilaciones y la flexibilización de la legislación laboral- por las que apuesta para recuperar la confianza de los mercados y para sacar a la mayor economía latinoamericana de la peor recesión de su historia.
Agitación política
La filtración de esa «bomba» en el diario O Globo generó agitación judicial, política y social, y todo tipo de especulaciones sobre el desenlace de esta crisis fulgurante.
Al menos tres legisladores ya presentaron pedidos de «impeachment» contra Temer y varios partidos, incluyendo algunos que votaron por la destitución de Rousseff, se aprestan a pedir el mismo tratamiento contra Temer, que se propone entregar el mandato a quien gane las elecciones presidenciales de octubre de 2018.
El expresidente Fernando Henrique Cardoso, de un partido aliado del Gobierno, afirmó en su cuenta Facebook que si Temer carece de argumentos convincentes para defenderse «tendrá el deber moral de facilitar la solución, así sea con la renuncia”.
Caída de la bolsas
Las bolsas latinoamericanas se desplomaron ayer en una jornada en la que se desmarcaron de su referente Wall Street y se rindieron ante el escándalo político que vive Brasil.
La inestabilidad institucional revivió en el país latinoamericano tras la filtración de una grabación que apunta al presidente Temer.
Ese escándalo sepultó el buen comportamiento de ayer de Wall Street, el principal referente regional, que logró recuperarse de su peor día del año en la víspera y rebotó para recuperar las pérdidas. (I),
FUENTE: EL TIEMPO
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