Una de las primeras en recibir los restos de seres queridos fue la familia de Delcy Rosero Ruiz, una mujer de 26 años que murió al filo de la medianoche del viernes tratando de salvar a su hijo de siete años cuando la avalancha de los ríos Mocoa, Sangoyaco y Mulatos avanzaba con una fuerza descomunal por la calles de su barrio.
El nombre del niño está en una lista de menores socorridos pero nadie da razón de él. En cambio su otro hijo de tres está vivo aunque bastante golpeado.
La familia Rosero lleva el drama como puede, al igual que los demás habitantes del barrio San Miguel que quedaron vivos, y sienten que hace falta más ayuda, aunque destacan el auxilio recibido en los momentos más dramáticos por parte de soldados del Ejército que fueron los primeros en acudir.
Trabajo
De su parte, el presidente Juan Manuel Santos, declaró ayer la emergencia económica, social y ecológica para atender la emergencia en Mocoa. Al término de un consejo de ministros, Santos anunció el acuerdo que permitirá «efectuar los traslados presupuestales y adoptar las medidas necesarias para atender este desastre».
El Presidente también ratificó que las tareas de reconstrucción de Mocoa incluyen la construcción de un acueducto, de un hospital y de viviendas para los damnificados. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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