En calles de La Habana todavía hay carteles optimistas augurando al paraíso socialista que “ya está llegando”. Se ven paredes pintadas en las que se puede leer “Señores imperialistas, no les tenemos ningún miedo”.
Son los rastros de la utopía marxista, del fervor revolucionario de la Cuba de 40 o 50 años atrás –publica bbcmundo.com– cuando Fidel Castro enarbolaba el socialismo en la isla. El ‘comandante’ ahora muerto recibe desde ayer el homenaje de miles de cubanos en el Memorial José Martí, en La Habana, antes de una peregrinación con sus cenizas que recorrerá la isla por cuatro días.
En medio del vacío y el dolor que deja Fidel hay cubanos que esperan que la muerte del “líder revolucionario” signifique el paso hacia una nueva Cuba.
Con el colapso de la Unión Soviética, el 85 % del comercio de Cuba desapareció. La vivienda, la asistencia médica, la educación y el transporte se mantuvieron gratuitos, o casi, aunque hubo problemas con la comida y la vestimenta.
Los moradores de los departamentos comenzaron a criar cerdos y pollos en los inmuebles. La televisión estatal daba consejos sobre la forma de preparar un ‘filete’ hecho con cáscara de toronja. Los agricultores reemplazaron los tractores por bueyes. La disciplina social se fracturó también. Los atracos, otrora inexistentes, se convirtieron en un problema, publicó AP.
FUENTE: EL UNIVERSO
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