Como por ahora todo es transitorio y la mayor parte del tiempo está dedicado a la actividad política que imparten e imponen a sus adláteres los dirigentes de partidos y agrupaciones siguiendo el ejemplo de EE.UU., aunque sin primarias, difundiendo con astucia, habilidad y tacto los programas a cumplir, en caso de merecer la confianza de los electores aunque todos se sienten triunfalistas, incluido el partido de gobierno, todo eso en un ambiente tenso, cuestionando las actividades no muy transparentes del actual directorio del C.N.E. ya que todos quieren tener ese organismo a su servicio para que proteja sus intereses y de los aspirantes a la presidencia o para asambleístas comienzan a gastar sus cartuchos condenando todo lo malo que sucedió en el gobierno anterior por los medios de comunicación que les dan cabida y “los entrevistan”, con la imparable muletilla de nuevos e interminables escándalos.
Entretenidos con tanto disparate y continuando con la rutina de los feriados, se ha descuidado por parte de los gobernantes y la ciudadanía problemas fundamentales que no se solucionan como el de la seguridad y la falta de trabajo en todos los niveles que se está agravando con la pandemia del virus corona, cuya solución va para un largo período; si bien se controla la epidemia sin que alcance mayores dimensiones como en otros países, no se puede bajar la guardia aunque esto constituya un nuevo gasto que tiene que afrontar el Gobierno con los recursos que cuenta como está haciendo el de EE.UU y también asistiendo a las empresas que han cesado en sus labores, pero no castigando al pueblo con nuevos tributos o como se anunció, focalizando el consumo de gasolina, que puede desencadenar nuevamente la protesta popular como ya comenzó en Chile; además con otras disposiciones gubernamentales que tiene que aprobar la Asamblea Nacional, medidas económicas que ya han sido objetadas por muchos sectores indicando no soluciona el descalabro en que se debate el país hipotecado con el creciente endeudamiento externo.
Frente a esta imparable inundación que continúa con los embates de la naturaleza, delincuencia organizada internacional y criolla, imparable requisa de estupefacientes valorado en millones de dólares que únicamente nos ocasiona gastos por el control de aire mar y tierra y ningún país nos agradece; como son toneladas de cocaína incautada y parece que esto no va a parar nunca, talvez sería procedente que se realicen estudios a fin de poder utilizar la droga incautada en algo productivo, como por ejemplo los estudios efectuados por científicos de Norteamérica determinando que la mariguana se puede utilizar en la alimentación humana.
Frente a la grave situación que atravesamos deberían adoptarse medidas acertadas y fruto del estudio con criterio ponderado y el análisis de nuestra realidad conducentes a mejorar la situación, sin golpear más la economía popular y salir de este diluvio entrelazado entre lo bueno y lo malo. O
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