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«Estamos dispuestos a fortalecer la comunicación para la riqueza de los pueblos, la convergencia de los intereses y el desarrollo con todos los estados, con honestidad», dijo Run en un encuentro con periodistas latinoamericanos, en el marco del XIX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh).
Las autoridades chinas llevan adelante un proceso para refrendar la posición del país asiático con la región con el fin de mantener el crecimiento de las relaciones comerciales. Para ello, según Zhang, se está trabajando para lograr «más acuerdos de libre comercio» con países de Latinoamérica.
Desde el pasado miércoles, los principales líderes que dirigen el país, encabezados por el presidente Xi Jinping, se encuentran analizando cuáles serán las políticas que seguirá China en el próximo lustro, entre ellas, la profundización del “socialismo con características chinas en la nueva época”, y definirán estrategias importantes que “se adaptan a la realidad de China” que van a la par del desarrollo en la región sudamericana.
“China y Latinoamérica compartimos una similitud, somos países en vías de desarrollo y nos encontramos en una etapa parecida, nos enfrentamos a retos parecidos, representamos oportunidades el uno para el otro. El desarrollo de China no puede apartarse del de América Latina y el Caribe. El fortalecimiento del desarrollo ayuda a mantener la estabilidad y la prosperidad del mundo”, dijo Zhang.
La idea es la misma planteada por Xi Jinping en su discurso de apertura del congreso, cuando anunció que China persistirá en una política de estado de “apertura hacia el exterior” y de promover la cooperación internacional, sobre todo con los países menos desarrollados para implementar el concepto de gobernanza global.
Comercio, inversión y finanzas, las claves para entrar en Latinoamérica
La política de China para mejorar la relación con América Latina está basada en el fortalecimiento del comercio, inversión y finanzas en áreas específicas como energía y recursos, infraestructura, cultura, industria manufacturera, innovación científica y tecnológica y tecnología informática.
Para Zhang, eso permite que las empresas chinas puedan ingresar a los países de la región, dinamicen la economía y generen empleo para los locales. En las últimas dos décadas, el país asiático generó 1,8 millones de puestos de trabajo en Latinoamérica, así lo establece el primer estudio sobre los efectos de las relaciones económicas entre China y la región, publicado en 2016 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Según él, la cooperación conjunta entre China y América Latina ha tenido nuevos logros en el aspecto de confianza mutua política y ha obtenido “avances históricos”. Por ejemplo, el volumen de comercio entre ambas regiones fue de 166.780 millones de dólares hasta agosto de este año, con un crecimiento de 18,3% en comparación con 2016.
Productos como la carne bovina brasileña, el aguacate peruano o el camarón ecuatoriano han entrado en el mercado de China con mayor facilidad en este año. Además, las empresas chinas han logrado gran espacio en la región.
Hasta la fecha, China tiene establecidas más de 2000 empresas en América Latina y el Caribe. Datos del Departamento de Asuntos Exteriores de la Cancillería de China indican que en 2016, la inversión directa entre ambos bloques llegó a los 27.230 millones de dólares, un crecimiento de 115,9% en comparación con 2015.
“La inversión acumulada llega a los 217.150 millones de dólares, es decir 15,3% de la inversión total de china hacia el exterior. América Latina y el Caribe se han convertido en el segundo destino de inversión para China, superando a Asia”, explicó Zhang.
En Ecuador, las principales inversiones Chinas tienen que ver con la construcción de siete centrales hidroeléctricas, la más grande Coca Codo Sinclair, que ha podido aguantar el fuerte terremoto del año pasado y sigue transmitiendo electricidad para el desarrollo económico del país y lo ha ayudado a convertirse en un país exportador de energía.
Fortalecer la conectividad entre los pueblos
Desde su primer mandato, uno de los propósitos de Xi Jinping fue acercarse a Latinoamérica y en ese proceso se han desarrollado varias visitas de Estado a los países de la región y encuentros como el foro China-Celac, la cumbre de BRICS, el foro de la Franja y la Ruta, entre otros, con el fin de promover la conectividad, política, cultura, desarrollo, tecnología, etc., para “crear una plataforma de cooperación internacional”.
Para Zhang, el proceso de apertura que vive China apenas está empezando y el gobierno está dispuesto a “seguir fortaleciendo nuestra cooperación para construir un nuevo orden internacional más justo (…) para ampliar la producción, traer mayor riqueza a los pueblos y construir un ambiente ecológico mejor”.
Para el gobierno chino, la clave para diplomacia y las relaciones entre el gigante asiático y los países latinoamericanos y del caribe está en implementar y mejorar los programas de intercambio como becas gubernamentales, capacitación a personas, el intercambio cultural, e ¡incrementar el conocimiento mutuo entre ambos pueblos”.
“China va a seguir prestando mucha atención al desarrollo de las relaciones y al apoyo que ofrecemos a los países no tan desarrollados y ofrecemos mucha atención al cambio climático y el efecto que ello puede tener en América Latina”, enfatizó Zhang.
FUENTE: EL TIEMPO
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