“Vamos a ir a una medida de protesta para que el silencio ensordecedor de una medida de fuerza le haga ver al Gobierno”, advirtió Juan Carlos Schmid, uno de los integrantes del triunvirato que lidera la Confederación General del Trabajo , CGT, la principal central obrera de Argentina.
Los dirigentes sindicales montaron un acto multitudinario a las puertas del Ministerio de Producción, en el centro de Buenos Aires, completamente colapsado por las diferentes columnas de manifestantes, no solo de gremios sino también de agrupaciones políticas de oposición y organizaciones de pequeños y medianos empresarios y comerciantes.
La protesta fue convocada en reclamo al Gobierno de Macri por sus políticas económicas que, a juicio de los sindicatos, dañan el tejido productivo y generan la destrucción de puestos de trabajo, un diagnóstico que el Ejecutivo no comparte.
Los líderes sindicales advirtieron al Gobierno que no aceptarán que se les impongan límites a las alzas salariales que se negocian, ni flexibilizaciones en las normas laborales o intentos de dividir el movimiento obrero.
Además, responsabilizaron al Ejecutivo por la “absoluta falta de política de inversiones en actividades productivas”, denunciaron que las “importaciones están liquidando la producción nacional” y advirtieron que se multiplican los despidos y suspensiones. Que muchos pequeños y medianos productores no pueden cubrir sus costes y que por la inflación se hace cada vez más difícil llegar a final de mes para los asalariados.
Carlos Acuña, uno de los directivos de la CGT, fue tajante y lanzó una advertencia: si no se resuelve el problema probablemente habrá un paro nacional.
En el acto participaron médicos, docentes, transportistas, universitarios, organizaciones sociales y políticas, entre otros sectores, que repudiaron además los llamados tarifazos.
Y es que el Gobierno de Macri ha aumentado las tarifas de servicios como el agua, energía eléctrica, gas, combustibles, salud y transporte, en hasta 375 por ciento. Además, en enero, pasado anunció la eliminación de subsidios a la electricidad por lo que se espera un incremento adicional de hasta 500 por ciento.
Despidos
Los manifestantes alzaron la voz contra los 120.000 despidos, según cálculos de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa, y las suspensiones laborales masivas que se registraron en el último año y por los cierres de fábricas argentinas ante la apertura progresiva del mercado a las importaciones.
Además, no comparten las previsiones optimistas del Ejecutivo respecto a la vuelta al crecimiento económico en 2017 y la mejora de los indicadores de inflación y desempleo.
La convocatoria de la huelga sindical se produjo en medio de una huelga de 48 horas de los profesores, que paralizó desde el lunes el inicio de las clases en casi todo el país, y en la víspera del paro internacional de mujeres previsto para hoy.
El lunes, unas 50.000 personas marcharon para defender los reclamos de los maestros en demanda de un salario digno y justo, y ayer acompañaron a los sindicatos en sus manifestaciones. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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