Para los ‘chullitas’ y ‘chagras’, ciudadanos de otras provincias que se han radicado definitivamente en la ciudad, la capital es una de las joyas de Latinoamérica debido a sus casas coloniales, antiguas iglesias y conventos, que la llevaron a ser declarada en noviembre de 1978, como ‘Patrimonio Cultural de la Humanidad’.
Ricardo López Palacios, oriundo de Cuenca, detalla que aparte de sus construcciones coloniales, Quito guarda una identidad gastronómica. Platos como el locro de papas, el seco de chivo, la guatita, los higos con queso y el canelazo están entre las deliciosas tradiciones de la ciudad.
De igual manera, para la cuencana Lucía Calle, quien vive en Quito por más de 28 años, afirma que su lenguaje ha sufrido cambios al de su natal ciudad. «El achachay, el atatay, el vecinito, entre otros ya forman parte de mi léxico, el vivir varios años en la capital han transformado mi lenguaje… es muy gracioso», afirmó.
Pero no solo los propios realzan que los encantos de la ciudad atraen a muchas personas. Quito complace cada vez más a turistas extranjeros, como Mark Lewis, visitante norteamericano, que destacó la variedad de propuestas en la gastronomía y el arte.
A la turista Girel Oliveira, de Sao Paulo, Brasil, le llama la atención «la majestuosidad de su arquitectura que sorprende a quienes llegan a conocer Quito».
La capital, en el primer semestre de este año, mostró un incremento del 2,3 por ciento en la llegada de turistas extranjeros. Según cifras de la Dirección de Migración del Ministerio del Interior, entre enero y junio de este año, 314.183 turistas llegaron a la ciudad. (VDS) (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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