Las papeletas electorales en blanco se romperían durante el escrutinio (conteo de votos) de los resultados de las elecciones presidenciales, de legisladores y parlamentarios andinos que se realizarán en el 2021.
Los vocales del Consejo Nacional Electoral (CNE) están ya trabajando en reformas a reglamentos que norman los procesos electorales, y uno de ellos está dirigido a aplicar regulaciones al escrutinio de los votos blancos que deben realizar al final de la jornada de votaciones los miembros de las Juntas Receptoras del Voto (JRV).
Estos se describen en el inciso final del artículo 126 del Código de la Democracia como aquellos que no “tienen marca alguna”.
El vicepresidente del Consejo, Enrique Pita, explicó que se ha llegado a un primer acuerdo en una reunión de trabajo entre los consejeros para que los votos blancos se rompan.
“Los votos blancos serán rotos de tal manera que no exista la posibilidad de que alguien coja una papeleta en blanco, haga un voto; y otro que ya existía se lo anule”, comentó la autoridad.
Detalló que su propuesta era que se ponga un sello de ‘no válido’ en la papeleta, pero el consenso entre los vocales es que se los despedace, aceptando la propuesta de la presidenta, Diana Atamaint.
Hasta el momento no se ha retomado el debate sobre los votos nulos que se contabilizan como tal, cuando tienen marcas por más de uno o más candidatos, según lo establezca la papeleta; o los que llevan las palabras de nulo, anulado, o tengan tachaduras que demuestren la voluntad de un ciudadano de anular, según el artículo 126 de la norma electoral.
El conteo de los nulos durante las elecciones seccionales de marzo del 2019 generó dudas en los miembros del CNE porque no definían si una papeleta anulada debía contarse como un solo voto nulo; o si por ejemplo, debían escogerse tres candidatos en una sola papeleta, y se anulaba el documento se contarían tres votos nulos.
Finalmente, se contabilizó como una papeleta nula, un voto nulo.
En todo caso, las reformas aún no se aprueban en el pleno, pero se estudia también establecer que cada JRV reciba a 350 electores. Que haya dos urnas para cada Junta: una para elegir presidente de la República; y otra para asambleístas.
Según Pita, se introducirían cambios para que cuando se cierre la audiencia de escrutinio se imprima un acta que será entregada a los delegados de las organizaciones políticas; y al día siguiente se entregue una nueva con el detalle de cómo se retoma “para que los duendes no trabajen”, ironizó.
Otra posibilidad es que las actas de reconteo no puedan ser impresas a “discreción” de la Junta Provincial Electoral (JPE). Al contrario, que se imprima un acta de reconteo; y, si se requiere una segunda acta se requerirá autorización a la matriz del CNE en Quito. (I)
FUENTE: EL UNIVERSO
Comments