Ser talabartero lo convirtió en un tapicero reconocido

Desde 1977 Walter Olivo Guachizaca le dio un giro al oficio de talabartero que le enseñó su padre, Victoriano Guachizaca, para adaptarse a los tiempos modernos en donde la experticia de cortar el cuero y darle forma acorde de las monturas de los caballos, se requería para tapizar los asientos de los vehículos que se habían multiplicado por la ciudad.

Walter hizo de esto su medio de vida hasta ahora, cuando desde Las Pitas sigue atendiendo a su clientela que se ha extendido a otras provincias del país con la misma seriedad en el servicio y la calidad en el trabajo, el cual reconoce fue un gran logro de su hermano, Servio, con quien adaptaron al arte que les legó su padre.

Este lojano de nacimiento, hizo su vida siempre en el mismo barrio, en donde recibió una educación que lo marcó positivamente, pues recuerda que no solo se concentraba en el dictado, sino en la práctica, impulsando a emprender, lo que fue un complemento a su gusto innato por el trabajo.

Si bien Walter Olivo inició con sus dos hermanos esta profesión, ninguno de sus tres hijos siguió sus pasos, pues dos son músicos y uno comunicador social, no obstante con humildad reconoce que de su taller han salido muchos operarios que crearon sus propios negocios de tapicería, sin que ello le haya mermado su trabajo que sigue siendo demandado y hace que 40 años después siga creciendo, pues está proyectando una ampliación que permitirá recortar tiempos de entrega y dar trabajo a al menos 10 personas.

Este tapicero destaca que este surgir ha sido a costa de mucho esfuerzo y nada de apoyo como ocurre con la gran mayoría de artesanos del país, a pesar que son la base principal de economías como la de la ciudad de Loja.

Los servicios de su local abarcan todo lo relacionado al oficio para carros, siendo lo más característico la puntualidad en la entrega, el cumplimiento y la honradez, destaca Walter. Complementario también realizan el tapizado de muebles y silletas en gran número debido a la maquinaria que les permiten hacer el trabajo. (CAB)

FUENTE: LA HORA