El papa Francisco llamó a los católicos de Latinoamérica y el Caribe a celebrar y defender su diversidad, y dijo el martes que el rostro de la Iglesia católica es indígena, mestizo y negro.
Francisco ofició una misa especial para celebrar a la Virgen de Guadalupe, la virgen mestiza que la tradición católica dice se le apareció a un campesino indígena en el siglo XVI en México y que es especialmente importante para los católicos latinoamericanos, incluyendo al papa de origen argentino.
En su homilía, el papa dijo que los pueblos indígenas, mujeres, migrantes y desempleados a menudo no son tratados con la dignidad que merecen. Pidió a fieles no solo cultivar sus diversas culturas, sino también “defenderlas valientemente” ante la homogenización que trata de imponer “una única manera de pensar, de ser, de sentir, de vivir, que termina haciendo inválido o estéril todo lo heredado de nuestros mayores; que termina haciendo sentir, especialmente a nuestros jóvenes, poca cosa por pertenecer a tal o cual cultura”.
“Nuestra fecundidad nos exige defender a nuestros pueblos de una colonización ideológica que cancela lo más rico de ellos, sean indígenas, afroamericanos, mestizos, campesinos, o suburbanos”, dijo Francisco, hablando en español.
La misa más memorable de esta fecha fue oficiada por Francisco en 2014, que incluyó la folclórica “Misa Criolla” con himnos compuestos por el argentino Ariel Ramírez. La misa del martes fue más tradicional, aunque Francisco –que usualmente no canta– cantó las palabras finales del himno a “La Guadalupana”.
Por otro lado, inmigrantes y activistas marcharon el martes al Congreso para pedir en nombre de la Virgen de Guadalupe la aprobación este año de una ley que proteja permanentemente de la deportación a 800.000 inmigrantes traídos a Estados Unidos sin autorización cuando eran niños.
La marcha culminó justo enfrente del Congreso, en Washington, donde los manifestantes oraron en círculo mientras sostenían imágenes de la Virgen de Guadalupe. (I)
FUENTE: EL TIEMPO
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