María Clara Martín, representante de ACNUR, indicó que el hecho de que los refugiados en Ecuador se encuentren en una situación de integración total, donde pueden trabajar, consumir, asociarse con ecuatorianos para trabajar, le trae réditos al país y promueve el desarrollo de la economía; y recordó que en Ecuador los refugiados no están en campamentos de refugiados como ocurre en otros países.
“Todas esas prácticas, esa forma de tratar a los refugiados, hace que el Ecuador sea en este momento un líder mundial y tiene mucho que enseñarles a otros países de la región y al mundo también” puntualizó la representante de ACNUR en Ecuador.
En cuanto a la firma de la paz entre Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Martín comentó que eso no implica que los refugiados retornen a su país inmediatamente, que debe ser voluntario de cada persona, si lo quiere hacer y garantizar condiciones de seguridad y dignidad.
Manifestó que de darse el caso de que los refugiados quieran volver a su país hay que facilitarlo, pero recordar siempre que se trata de personas que han vivido situaciones traumáticas y violentas y que no podrán retornar a su lugar de origen.
En Ecuador existen 200.000 solicitudes de refugio y 60.000 personas en esa condición en el país.
Ecuador construye agenda de movilidad humana
El Viceministro de Movilidad Humana, José Luis Jácome, indicó que esta mesa de trabajo es parte del diálogo nacional convocado por el Ejecutivo, pero que ya se han hecho acercamientos con asociaciones de emigrantes, inmigrantes, consulados, y cuerpo diplomático.
Entre las principales conclusiones se encuentran que se debe incluir a los gobiernos seccionales para crear el plan Nacional de Movilidad Humana, que no sean políticas para cuatro años, sino de largo plazo que permita que exista una sociedad que incluya programas productivos para personas en situación de movilidad.
“Todas las personas en movilidad humana en el exterior deben tener derecho a acceder a servicios y a programas del gobierno en el exterior, y las personas de otras nacionalidades en el Ecuador cualquiera sea su condición migratoria tienen también el mismo derecho” explicó Jácome.
Sobre las deportaciones ocurridas de ecuatorianos desde Estados Unidos, Jácome dijo que no es algo que ha sucedido recientemente sino antes y que se toman acciones para garantizar que se inserten nuevamente en la sociedad ecuatoriana.
En ese sentido, la asambleísta por el exterior, Esther Cuesta, indicó que se aprobó una resolución de apoyo a los migrantes y se exhorta a Cancillería para que realicen acciones más intensas de protección a esas personas.
Informó, además, que el reglamento a la Ley de Movilidad Humana está por firmarse por parte del jefe de estado ecuatoriano, Lenín Moreno.
Este reglamento contempla, entre otras cosas, la implementación de un protocolo integral de atención a ecuatorianos que sean deportados y que al llegar al aeropuerto puedan ser recibidos por las autoridades y posteriormente tengan una inserción social y económica de estas personas.
“Las personas deportadas sufren un trauma, vienen prácticamente expulsadas de un país y nuestros hermanos ecuatorianos ellos deben saber que son bienvenidos aquí en su patria”, manifestó.
Manuel Hoff, Oficial de Programas en la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dijo que este diálogo es una oportunidad para el país de promover los derechos de las personas en movilidad a escala global, y recordó que en 2018 se firmará el pacto global sobre Migraciones.
Sostuvo que para evitar la migración irregular los representantes de los estados deben llegar a acuerdos para crear más posibilidades de migración legal, más oportunidades para los migrantes.
FUENTE: EL TIEMPO
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